El 21 de setiembre comenzó “oficialmente” en Neuquén la temporada de observación de aves. La fecha marca la llegada de las especies migratorias a la provincia, que posee 280 especies, un 10% del total de la Argentina.
Dos de esas especies, la Tenca y el Huet Huet Castaño residen solamente en Neuquén, en la Zona de Valles y Volcanes, en el norte neuquino y la mera posibilidad de observarlas atrae a quienes aspiran a ver la totalidad de la lista de aves de Argentina.
La temporada de avistaje de aves incluye el 18° curso de observación, que dictarán durante octubre y noviembre referentes de la Universidad Nacional del Comahue (UNCo), en San Martín de los Andes.
Argentina posee el 10% de las aves del planeta y Neuquén, con 280 especies, posee un tercio de la riqueza que atrae a los observadores de aves. Los especialistas explican que casi la mitad de las especies neuquinas migran. Algunas regresan a la provincia desde distintas regiones de Sudamérica buscando reestablecer territorios, mejor cantidad y calidad de alimentos, cortejar, reproducirse y anidar durante primavera y verano.
Sietecolores.
Otras escapan del invierno del Hemisferio Norte y llegan desde Alaska, Canadá y eventualmente desde algunos lugares distantes en el norte de Asia y Europa.
“Ríos como el Limay y el Neuquén serán en la primavera verdaderas autopistas en la migración de las aves que regresan a casa, distribuyéndose en la variada biogeografía del Neuquén, que incluye el bosque andino, la estepa patagónica, el monte y la región altoandina, junto a humedales y áreas rurales, cada una con su propia avifauna”, explicó el Biólogo Horacio Matarasso, guía y ornitólogo.
Gallineta Chica.
“Una de las especies más buscadas de la provincia del Neuquén es la Gallineta Chica –dijo Matarasso-, que no se ha vuelto a ver desde la década del ‘70. Desde el Centro de Ornitología de Neuquén (UNCo) se ha distribuido información y su sonido entre los observadores de aves neuquinos, intentando encontrar a los escasos ejemplares.
Neuquén cuenta desde este año con un registro oficial de guías especializados, y el checklist realizado por el biólogo Horacio Matarasso para Neuquentur.
La observación de aves es un producto emergente, en el cual está trabajando la Subsecretaría de Turismo de la Provincia del Neuquén en conjunto con la Secretaría de Turismo de la Nación (SECTUR), debido a que tiene un gran potencial de desarrollo.
Ejemplares de Golondrina Tijerita.
Los datos que maneja el organismo de turismo provincial indican que los observadores de aves gastan de 250 a 400 dólares diarios por persona, y permanecen en la provincia de cuatro a siete días.
Según los datos de Birdlife Internacional, se estima en 48 millones la cantidad mundial de observadores de aves, y en 85 billones de dólares el dinero que ellos gastan, incluyendo traslados, guiadas, servicios de alojamiento, gastronomía, y tecnología especifica para aparatos de observación, entre otros.
En el marco del Programa Nacional de Inversiones Turísticas, la SECTUR preseleccionó este año el anteproyecto denominado “Puesta en Valor de Sitios de Observación de Aves en Villa Traful”, el cual será financiado con fondos coparticipados de la SECTUR, la Provincia del Neuquén y la Comisión de Fomento de Villa Traful.
Jilguero Dorado.
El mencionado proyecto ejecutivo tiene como objetivo desarrollar y diversificar la oferta turística de Villa Traful y del Corredor de Los Lagos, a partir de la puesta en valor del producto de observación de aves.
En este sentido, su elaboración se realizó interdisciplinariamente entre personal técnico perteneciente a la Dirección General de Inversiones Turísticas, la Dirección General de Desarrollo e Innovación Turística de esta Subsecretaría y técnicos de la Comisión de Fomento de Villa Traful.
Por Hugo Bonino
Fuente My Patagonia
Parques nacionales San Martin y Villa La Angostura