En Pezcalandia, entendimos que no podemos dejar de dar difusion al contenido de la presente nota periodistica.
Formar en Paraguay un capítulo local del Safari Club Internacional para la cacería deportiva y conservacionista es el objetivo de un grupo de personas aficionadas a esta disciplina. La sede central está en Tucson, Arizona (Estados Unidos) y alrededor del mundo tiene 70.000 asociados, todos cazadores de animales y trofeos. También invitan a la feria de la Caza y la Pesca que se realizará en setiembre en Buenos Aires.
El objetivo de estas personas es desterrar la presencia de cazadores furtivos y establecer en nuestro país la práctica de una cacería que tenga como fines la protección de la naturaleza y la conservación de la fauna silvestre. Además se pretende convertir a la disciplina en una fuente de divisas para el país, mediante el turismo de caza, basado en códigos legales de cacería deportiva y normas éticas. Para promover la idea estuvo de visita en Asunción el presidente del Safari Club Internacional, capítulo Argentina, Horacio Repetto Boerr. La filial argentina ya lleva 20 años y existen similares en varios otros países de la región. La del vecino país es la más grande porque tiene la mayor diversidad de especies. Además existe en Chile, Perú y hay dos filiales en Brasil, donde la caza está completamente prohibida. Los propulsores de la idea en Paraguay son el Ing. Pedro Zuccolillo, Conrado Hoeckle, Dr. Javier Parquet, José Farrés entre otros que se vayan sumando hasta completar un grupo de 25, cantidad mínima requerida para la conformación del Safari, según los estatutos.
La creación deberá ser aprobada luego por la central de Estados Unidos. El propósito es “expandir y coordinar las relaciones entre aquellos que aman la caza y la naturaleza. Promover la conservación de los recursos naturales renovables, reconociendo la caza deportiva como una entre muchas de las herramientas de gestión de los mismos. Educar a los jóvenes, a los deportistas de la naturaleza y al público en general, en la responsabilidad de conservar nuestra fauna y flora, que son nuestra herencia de la naturaleza. Compartir nuestras experiencias cinegéticas con el resto de los cazadores”, señala una publicación especializada del Safari Club de Argentina. De acuerdo con lo manifestado por Repetto Boerr, la cacería deportiva representa numerosos puestos de trabajo y genera un importante ingreso de divisas para el país de la mano de los cazadores internacionales. Citó que en Chile, por ejemplo, se estima que la cacería deportiva representará 800 millones de dólares este año y en Perú se crearán 10.000 puestos de trabajo en dos años. “El Paraguay debe crear conciencia y las leyes deben ser bien hechas y no deben ser absolutamente prohibitivas porque así aparecen los cazadores furtivos. El conservacionismo se hizo con cacería en el Africa, donde los países que no lo permiten están mal y los que sí lo permiten a través de un Ministerio de la Caza realizan concesiones de safari a organizaciones y los tiene como una fuente de ingresos”, se explayó. Apuntó que la cacería debe ser permitida mediante una licencia para que se la realice en forma ordenada y organizada, a fin de que sea una verdadera industria turística. Por ejemplo una de las modalidades es la de trofeos que abastecen los mismos criadores, le va dando puntaje a los animales y se convoca a interesados de todo el mundo.
Fuente diario ABC de Paraguay