Según vecinos de la comuna de Tucapel, en los últimos tres años han aparecido verdaderas bandas dedicadas a la extracción masiva de las especies ícticas,
diezmando sustantivamente la población de peces. Temen que se acabe con este recurso natural.
Las aguas cristalinas y quietas del curso superior del río Laja, que atraviesa varias comunas de la provincia de Biobío, han sido un lugar recurrente para los practicantes de la pesca deportiva que buscan las truchas y los salmones. Sin embargo, esta práctica – normada por la Ley Nº 18.892 que regula la oportunidad y la cantidad de especies a capturar – está siendo pasada por alto por inescrupulosos que atentan contra este recurso natural. Según vecinos de la comuna de Tucapel, en los últimos tres años han aparecido verdaderas bandas dedicadas a la extracción masiva de las especies ícticas, diezmando sustantivamente la población de peces. Para acometer con esta acción, incluso emplean redes que lanzan al cauce, con lo cual capturan las truchas y salmones de manera indiscriminada, sin que se respeten aspectos relevantes para la preservación, como la cuota máxima de captura y el tamaño mínimo de cada una de las piezas. De hecho, los sujetos no tienen una licencia de pesca deportiva, que permite a los interesados realizar esta actividad, documento que tiene la duración de un año y para áreas establecidas en el mismo carnet, cuyo valor fluctúa entre los de 2 mil 267 pesos y los 11 mil pesos. Se teme que si sigue el actual volumen de extracción ilegal, el río Laja definitivamente se quede sin las truchas y los salmones que antes copaban sus aguas.
Mas de lo mismo, en Pezcalandian decimos, la pesca debe siempre ser con devolucion, preservar las especies y en los casos de pequeños lagos de hiperboblacion y solo en ese caso, en lugar dematar con una red, convoquen pescadores, para la practica y enseñansa de este maravilloso deporte , logrando asi la estabilidad del espejo
En Pezcalandia y por nuestro futiro, siempre tiene que ser un lindo dia...
INCAUTACIÓN Un ejemplo de esta grave situación fue el procedimiento realizado por efectivos de la localidad de Huépil, en la comuna de Tucapel, que detectaron un automóvil que transportaba más de 820 especies, entre salmones y truchas. El caso quedó al descubierto cuando una patrulla policial, que realizada un recorrido rutinario en la madrugada de ayer, controló un vehículo que circulaba por el lugar. Al inspeccionar el móvil, ocupado por cinco sujetos, se le encontraron 823 ejemplares de truchas y salmones, que especies eran transportadas en el interior del vehículo dentro de neveras con hielo seco y en canastos plásticos.
Aparentemente, los especimenes serían comercializados en forma clandestina a restoranes y locales de comida de la zona. Según las fuentes policiales, los sujetos infringieron dos normas de la Ley de Pesca en lo referido al transporte de los salones sin permiso, la extracción muy por sobre la cuota máxima autorizada, lo cual pone en peligro la especie. En este caso, los cinco ocupantes quedaron citados al Juzgado de Policía Local de Huépil mientras que los salmones se remitieron a diferentes hogares de beneficencia de la zona.
Staff Pezcalandia
Via Mario Neira Acevedo
Photo de archivo