Los Surubíes reciben el nombre científico de Pseudoplatystoma su significado es cara de plato o pez con forma de plato segun distitnas traducciones, la realidad es que le hacen referencia a su forma como a su tamaño.
Estos peces pertenecen al género zoológico de los Siluriformes que agrupa a los peces sin escamas o "de cuero". Y, dentro de este género a la familia de los Pimelódidos o peces "de grasa" refiriéndose esta clasificación a la gran cantidad de grasa que posee su carne. En la cuenca del Paraná y del Plata habitan dos especies, el Surubí Pintado o Manchado (Pseudoplatystoma Corunscans) y el Surubí Atigrado (Pseudoplatystoma fascetum). Aunque el Atigrado es de menor tamaño que el Pintado, ambos presentan un cuerpo con forma de rollizo y tosco, sin escamas y muy pigmentado donde en el Surubí pintado las manchas tienen formas casi circulares mientras que en el "atigrado" las mismas tienen formas alargadas verticalmente. Si bien existen datos de Surubíes de casi 100 kilos, hoy esos portes son casi inexistentes como consecuencia de la depredación, la contaminación del agua y los cambios en el medio ambiente donde viven. En el Paraná medio e inferior los portes más comunes son los que van hasta los 15 ó 16 kilos, mientras que en el Paraná superior, en las cercanías de las represas se podían obtener ejemplares de hasta 60 kilos, circunstancia que hoy ya no es tan común como hasta hace pocos años atrás.
Los Surubíes se caracterizan por tener una boca grande con una dentición en forma de placas en todo el paladar que reciben el nombre técnico de "dientes viliformes" es decir dientes muy delgados y muy juntos que se asemejan a una escobilla en los cuales es difícil distinguir número de filas o series. Estos peces tienen ocho aletas con rayos rígidos que en las aletas pectorales y dorsal adquieren la forma de espina por su extremo puntiagudo.
Son peces de actividad predominantemente nocturna y generalmente están en las bocas de las lagunas, correderas y remansos acechan a los pequeños sábalos y bagres. Las hembras desovan al comenzar la primavera y ponen entre dos mil y tres mil huevas que son fecundadas por un solo macho. Los ejemplares adultos son muy fuertes y veloces nadadores exigiendo al pescador gran destreza y fuerza muscular para aguantar los embates del pez cuando está enganchado al anzuelo. De la misma forma que se hizo con el Dorado es necesario proteger a este pez antes que sea demasiado tarde y prohibir la pesca comercial.
Staff Pezcalandia