Por segundo año consecutivo, el personal de la Biblioteca Luis Piedrabuena, de Las Grutas, pone a disposición del público una iniciativa que apunta a incentivar la lectura en la playa Las Coloradas.
Este año, además, cuentan con un espacio propio que ellos mismos levantaron a puro entusiasmo.
Para redoblar la apuesta, este año la “gente de la biblio” junto a un grupo de voluntarios levantó desde sus cimientos un recinto de adobe que reemplaza a la simpática valija itinerante que guardaba en su interior el mágico contenido de la lectura.
Así había nacido ese proyecto: La temporada pasada, el personal recorría con un simpático valijón con libros (casi circense) la playa Las Coloradas, y esa movida causó sensación en aquellos que podían acceder y disfrutar de la lectura frente al mar.
Empezó como un juego, como una idea tirada al aire por una bibliotecaria soñadora, que pensó en hacer de la playa un espacio de lectura, un momento para compartir relatos, cuentos, chistes, novelas y diversos textos entre amigos y en familia, acercando de esta manera los libros a la gente.
Jamás imaginaron que la biblioteca itinerante tendría tanto éxito; numerosos niños y adultos se acercaban cada día a disfrutar de la lectura, y los libros fueron pasando de mano en mano durante todo el verano.
Contentos con esta respuesta, comenzaron a reflexionar en la posibilidad de contar con un espacio cerrado, que brindara refugio a lectores y libros, y a fines de agosto de 2008, y en consonancia con el espíritu de cuidado y valoración de la naturaleza que caracteriza a Piedras Coloradas, se comenzó la construcción de la primera Biblioteca Popular en la playa, hecha con elementos disponibles en el entorno.
Barro, madera, arena y mar; materiales reciclados, muchas manos, risas y mates; enchastres y guerras de barro, lodoterapias, inspiraciones artísticas, debates filosóficos y ricas comilonas fueron los elementos que hicieron nacer ese espacio.
Esta Biblioteca playera es el resultado de la unión de muchas voluntades, y del esfuerzo conjunto de numerosos visitantes que se acercaron a colaborar y aprender una de las tantas técnicas milenarias de construcción natural.
Una buena oportunidad para compartir, crear en libertad, soñar, poner el esfuerzo en algo común, lograr un espacio cultural en la playa que esperemos pueda ser disfrutada por muchos.
Este es otro buen tip de Pezcalandia, donde siempre es un lindo dia.-
Fuente Blog Verde
Por Hugo Boning