En Rancagua existen rutas campestres, santuarios y lugares protegidos que nos ofrecen la posibilidad de disfrutar eternas caminatas y adentrarse en el mundo de los misterios...
Vivir un fin de semana en contacto pleno con la naturaleza, disfrutando de la flora y fauna, riachuelos y quebradas es posible y no hay que alejarse tanto para divertirse.A sólo 87 kilómetros de Santiago, se encuentra Rancagua, capital regional y provincial caracterizada por conservar sus típicas costumbres criollas y campesinas, donde podemos encontrarnos con un paisaje que nos acerca a la cordillera y que invita a recorrer la tradicional historia huasa criolla.Para adentrarse en este paseo, Rancagua los acoge con la Ruta de la Hacienda de Machalí, a la cual se accede desde diversas vías. Si viaja desde el sur hacia Rancagua toma la carretera 5 Sur, y la Carretera el Cobre. Para quienes vienen desde Santiago por la carretera al sur se toma el primer acceso a Rancagua y luego la Carretera el Cobre. Y para aquellos que viajan en bus o Metrotren, deben tomar la locomoción en el Rodoviario, donde los buses y micros dejan directamente en Machalí . En temporada de fiestas patrias, los caminos se visten de coloridos volantines y familias que salen a practicar este típico juego chileno que se conserva muy bien en esta región, dando paso a lugares que con sus atractivos rurales y el encanto de las líneas contemporáneas, energizan y reciben cómodamente.Una vez en Machalí, los lugareños indican cómo llegar a la Ruta La Hacienda, que se ha convertido en un verdadero centro de reuniones.
Plena Naturaleza RuralLa Ruta Hacienda Machalí es un circuito de turismo rural, con largos caminos de tierra, grandes árboles, casas patronales y animales autóctonos los cuales transmiten las costumbres y tradiciones de la región.Antigüamente, por los años 50, llegaban las rumiantes vacas a los establos, que aún se conservan; y los hombres y mujeres de campo tomaban al pie de la vaca , espumeantes porciones de leche al amanecer. Eran extensos fundos que pertencían a la familia Sanfuentes. No había iluminación y el ruido de los árboles de eucaliptos eran el máximo bullicio. Hoy esta ruta esta constituída con agradables casas patronales, que están a disposición de los turistas. En ellas se ofrecen actividades para grupos familiares propias del campo chileno, cabalgatas por hermosos paisajes, gastronomía chilena y alojamiento en confortable country-lodge, que nos transportan al romántico estilo de vida en hacienda. Esta excelente infraestructura que brinda un servicio integral en hotelería, gastronomía, folclor y variadas opciones de diversión y cultura, se combina con el embrujo de la zona, la calidez de la gente y la belleza natural del campo chileno.Entre tantas leyendas que rodean la zona, aún se mantiene la del Mandinga, el diablo que sale a cabalgar durantes las noches más oscuras.“Don Sata existe, dicen que aún se pasea por acá”- afirma con su pícara sonrisa Don Edmundo- un trabajador agrícola que realiza sus faenas en La Hacienda. “Incluso muchos hacen pacto con él. He sabido de historias de hombres pobres, que de un día para otro almacenan grandes fortunas. Es cosa de que se paseen una noche por estos lados, en una de esas pueden llevarse oscuras sorpresas”. Incluso se contruyeron santuarios con la figura de Cristo, para calmar a la población.
Otro de los mitos que circunda la zona es la existencia de cavernas donde se reúnen las brujas a realizar sus hechizos camperos. Según los habitantes, Machalí se conoce por su antigua magia campesina que aún perdura. Es totalmente natural, revierten males y consiguen lo que desean aunque sea utilizando la magia negra.El aire, la tierra, las vistas al cielo despejado y la cordillera entran gustosamente por los ojos y animan para seguir conociendo sus alrededores.
Un sector muy especial es el Cerrito San Juan, que con sus zonas de esparcimiento destinadas para camping, prometen pasar una tarde entretenida, bien campechana con servicios de cabalgatas a solo $500, donde pueden montar hasta los niños. Se pude navegar en botes, en la histórica laguna de la quinta de recreo que se acompañan con sus empanadas, anticuchos y otras exquisiteces que allí preparan. Otras alternativas, más sofisticadas es visitar el conocido restaurante Los Hornitos del Cobre de Machalí, una conocida picada que vale la pena tener en cuenta. Queda ubicada a la salida de Machalí retomando la Carretera el Cobre, en el Km 10 y medio donde la locomoción pública deja muy cerca. En el se funde toda la comida chilena, parrilladas, anticuchos, lomo, plateada, churrascos, cazuelas, humitas, pastel de choclo y la novedad para esta temporada que es el costillar ahumado, todo netamente chileno durante todo el año. El valor por persona es de $8.000 incluye aperitivo, postre, la carne la tortilla el pebre y una buena dosis de música chilena, frente a una vista privilegiada donde se puede ver desde las alturas toda la ciudad de Rancagua.
Fiel a sus costumbres esta ruta logra crear algo armonioso, con rincones que hablan de su gente y los vuelven especiales.
Autor desconocido