En 2006, el príncipe Alberto de Mónaco estuvo en el Polo Norte, preocupado por el calentamiento global.
A casi tres años de esa experiencia, este miembro de la realeza ha decidido encarar un nuevo viaje de interés ecológico, esta vez hacia el Polo Sur.
Tras una travesía de diez días que realizó juntó a su amigo sudafricano Mike Horn, el príncipe Alberto logró desplegar la bandera de Mónaco en la Antártida. A los 50 años de edad, tuvo que prepararse durante un largo tiempo para estar en óptimas condiciones físicas y poder tolerar los 40 grados bajo cero de la región. Ya instalado en el Polo Sur, el príncipe Alberto planea visitar 26 estaciones de investigación de 18 países, con el objetivo de mejorar sus conocimientos sobre el cambio climático. Para eso se entrevistará con diversos vulcanólogos y climatólogos que trabajan en la zona, señala El País.
El monegasco ha logrado convertirse en el único jefe de Estado del planeta en haber visitado los dos polos. Conciente de que sus viajes llaman la atención de los medios de comunicación de todo el mundo, su objetivo es promover el debate acerca de la importancia del cuidado medioambiental.
A mediados del año pasado, un estudio científico advirtió que el Polo Norte es el más afectado por el calentamiento global, por lo que podría quedarse sin hielo.
Tal vez la visita de Alberto de Mónaco ayude a lograr un mayor compromiso de la sociedad internacional respecto a su preservación. Como ya sabemos, la decisión política es imprescindible para alcanzar cualquier avance en la materia.
Fuente Blog Verde
Photo: 20Minutos.es