En Pezcalandia, solo queremos difundir la actividad de la asociación, el sector nuestro es fuerte, súmense, hagamos un esfuerzo pequeño cada uno de nosotros y demos una mano.
Siempre es mucho lo que hay para contar, es que son muchas las cosas que pasan en ese patio central que une las casitas a medio terminar, de nuestra querida Comunidad Toba "Yecthakay".
Yo le digo "patio central" porque en realidad no sé bien cómo llamarlo, pero, a decir verdad, es un espacio común, un terreno de tierra con algunos hermosos y viejos árboles, la mesa al aire libre en donde comen los chicos, el fogón a leña en donde se calienta la leche y se prepara la comida y, por supuesto, los infaltables "pichichos" que no dejan de seguirte y que, como dice la canción, "no son de nadie, pero son de todos".
Este espacio "mágico", porque sinceramente es mágico por estos días estar en un lugar en donde se respira lo comunitario. En donde, a pesar de ser notorias las profundas necesidades, parece compartírselo todo, como decíamos de los perros... la tierra, los árboles, la mesa, el fogón... no son de nadie, pero les pertenecen a todos.
Decía, este espacio no es muy grande pero sí lo suficiente como para desarrollar la vida comunitaria, algo tan básico y ancestral como necesario para que un Toba pueda realmente sentirse Toba.
A pesar de no tener piso, ni paredes, ni techo. A pesar del calor agobiante del verano, del frío que no perdona en el invierno. A pesar de las lluvias y del barro interminable. A pesar de todo, esta tierra, este espacio común, es ni más ni menos que el corazón que alimenta las raíces mismas de este pueblo. Las benditas tierras por las que tanto lucharon y por las que tanto han de luchar todavía.
Ya que estamos, me pregunto: ¿la municipalidad de Tigre les reconocerá algún día que son sus tierras por derecho propio, les dará las escrituras de estas tierras olvidadas y en medio de la nada? No estaría mal que se pusieran a tono con procesos semejantes que vienen ocurriendo en distintos rincones de nuestro país, no estaría nada mal.
Te contaba que son tantas las cosas que van pasando, tantas, que a veces no es fácil empezar a poner las emociones en palabras.
Es que el trabajo en la comunidad es tan rico y productivo como gratificante.
Ahí la tenés a Abril, la hermosa Abril, siempre presente, siempre colaborando y ayudando. Cuando Mabel limpia los platos en el tacho con agua (que hay que cuidarla y mucho porque no abunda), Abril se lo sostiene con empeño.
Tal vez nosotros, desde nuestra mirada adulta e infinitamente menos espontánea, nos demos cuenta de que quizás no haga falta sostener ese tacho apoyado en el suelo, si ninguna mano lo sostuviese seguramente nunca caería.
Pero esa es nada más que nuestra mirada adulta. Frente a los ojitos de Abril, sostener el tacho es un desafío, una tarea a cumplir, una forma de colaborar y de sentirse parte de un todo. Sostener el tacho con fuerza y mirar para aprender es una mezcla de juego y de dignidad que se recupera, y estas pequeñas cosas, aunque parezca mentira, serán fundamentales para su crecimiento. Abril juega, pero no olvidará su condición de persona útil y necesaria.
Amigos, esta pequeña (o no tan pequeña) comunidad, nos recibe con tanta alegría y agradecimiento cada vez que llegamos. Será tal vez porque nuestro compromiso se renueva cada vez y con más fuerza y ellos comprenden que llegamos para quedarnos y que, a diferencia de muchos... no los vamos a abandonar. Y no los vamos a abandonar por que nos necesitan demasiado y, sobre todo, porque ellos mismos se lo ganaron.
En ese espacio lo podés ver también a Piguem, otro de los tantos purretes que salen a ayudar a bajar las cosas del flete cuando llegamos con mercaderías.
Piguem es reservado, callado, introvertido. Quizás porque en la escuela del barrio es uno más de los tantos chicos Tobas que callan su identidad. Recién empieza, pero ya aprendió "los códigos" de ese maldito racismo tácito o implícito que hace que en una escuela con mayoría de chicos tobas, sea negada la existencia de esa comunidad.
Está claro que desde "Manos por Hermanos" ya nos propusimos tomar contacto con la escuela y empezar a ver este tema como una prioridad. No puede ser que una maestra "desconozca" que 20 de sus 35 chicos del aula ¡son de origen toba!
Será por esas cosas tan injustas, que a veces uno se detiene tanto en pequeñas alegrías. La última vez que llegamos con alimentos, como siempre los chicos y grandes se acercan a ayudar a bajar las cosas (desde donde puede estacionar el flete hasta el patio hay unos 40 mts. y las cosas, parece que no, pero ¡pesan!).
Por supuesto que allí estaba Piguem, acercándose a la camioneta a ver qué cosa no muy pesada podía bajar. Pero de pronto se quedó congelado, había visto algo entre tanta mercadería que lo "hipnotizaba"... ¡eran los dulces de leche! Dos hermosos, gigantes y glamorosos potes de riquísimo y tentador dulce de leche.
Obviamente, fue él quien los tomó y los llevó hasta la mesa del patio sin sacarle los ojos de encima. No sólo eso, los apoyó sobre la mesa y se los quedó mirando firme como estatua.
No sé hacía cuánto no probaba Piguem dulce de leche, pero la verdad es que en ese momento nos causó tanta gracia, que los voluntarios no podíamos parar de reír. Cada vez que íbamos y veníamos con cosas, Piguem seguía ahí, custodiando ese manjar y volviéndolo a acomodar una y otra vez como diciendo "estos no se me escapan".
Anécdotas aparte, la verdad amigos es que estamos contentos, porque lo importante es que el merendero crece. Con el freezer (que nos donaron en el programa "Hoy puede ser" de Andrea Del Boca) ya en funcionamiento, podemos organizar mejor la utilización de la mercadería y también preparar alimentos más elaborados, como gelatinas y postres que los chicos reciben más que gustosos en las tardes calurosas.
Las mamás están cada vez más comprometidas con la tarea y proyectan cosas nuevas para este año que comienza. El Taller de Lengua Toba parece que se viene con fuerza y también otras ideas que, de a poquito, van tomando vida propia. Entre ellas, las posibilidades de generar emprendimientos relacionados básicamente con la producción de artesanías.
Porque el merendero crece, cada vez más chicos de la comunidad, que viven en los otros barrios, se van acercando. Es difícil, muy difícil y a veces desbordante la relación entre necesidades y posibilidades, no lo puedo negar; pero tengo la sensación de que todo marcha.
La idea de que el merendero comience a funcionar como un núcleo de comunicación y pertenencia en la comunidad fragmentada por la falta de tierras comunes, es una idea que entusiasma. Los chicos llegan a merendar y se aprovecha la ocasión para convocar a las mamás y hacerles entrega de la ropa y el calzado que se recibe por donaciones, que cuidadosamente se revisa, se arregla y se prepara para cada familia.
Las Clases de Apoyo Escolar de los sábados, desde que comenzaron las vacaciones se han cambiado por actividades recreativas para los chicos, que luego comparten el almuerzo bajo la sombra de los árboles.
Cada visita a la comunidad siempre parece breve, siempre dan ganas de quedarse y es el sol el que nos da cuenta del paso del tiempo. Cada despedida se inunda de preguntas… ¿cuándo vas a volver?, ¿cuándo venís?... Pronto… ojalá sea más pronto de lo que imagino, porque estar con ellos, con Nieve, Chuchi, Mabel, Piguem, Santa, Onata y tantos otros ¡siempre es un placer compartido!
Ver cómo, cada día, esas madres y abuelas ponen empeño para sostener y empujar este sueño que comienza a hacerse realidad. Ver que los hombres (siempre más reacios a participar), empiezan a colaborar, a proponer y a ser "parte". Ver estas cosas nos llena el alma y nos mantiene en el camino.
Son sus miradas llenas de emoción las que nos despiden entre besos y abrazos y las manitos de los chicos que se agitan hasta que los perdemos de vista, los que renuevan las ganas y nos hacen comprender que, de la mano de todos ustedes, es posible comenzar a desandar quinientos años de olvido.
Por ultimo desde Pezcalandia les decimos a nuestros suscriptos, a nuestros lectores y al sector en general, danos una mano.
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Textos Jorge Vicente
Por Sandro Tesar
Presidente de Manos por Hermanos
Fuente http://www.manosporhermanos.org/