Con el auge del turismo en los últimos tres años, en Pezcalandia no pdemos dejar pasar por alto este relato que no enviara Agustin, por su fuente entendemos como serio y damos a difusión.
Se han formado expediciones organizadas por operadores de turismo, principalmente en Alemania, que a bordo de cruceros rusos concebidos para el Ártico embarcan viajeros provenientes de países como Alemania, Holanda, Estados Unidos e Inglaterra. Estos cruceros suelen tocar el puerto de Buenos Aires durante el verano y luego seguir hasta Ushuaia, última parada en el continente antes de adentrarse en las islas del sur, más allá del pasaje de Drake.La eslora de estos barcos es de alrededor de 150 metros, con capacidad para 200 a 450 personas.
Con casco reforzado y potentes motores, están preparados para combatir la inclemencia de los mares polares conservando las comodidades de un crucero. La ruta que se está convirtiendo en más popular es la que recorre la Península Antártica, islas Georgias del Sur, Orcadas del Sur y Malvinas, en ese orden. Combina la naturaleza salvaje y el impactante paisaje de la península con la rica historia de Georgia del Sur, siguiendo los pasos que dejó el pionero inglés Ernest Shackleton.
Zarpando de Ushuaia, la primera pierna es con rumbo sur directo a la península, ya que ir hacia las Malvinas y Georgias implicaría desafiar los vientos del oeste, con mar encontrada. Luego del cruce de Drake, las islas Shetland aparecen en el horizonte. Este grupo de más de 160 islas, fue descubierto por William Smith en 1819, quien luego regresaría al lugar para llevarse en sus dos naves 60.000 pieles de foca. La isla Decepción, como su nombre lo indica, también fue escenario de matanzas llevadas a cabo por los balleneros. En una geografía óptima para fondear –posee un gran lago interno con salida al mar: Port Foster–, doce buques factoría procesaron en la temporada de 1913 más de 5000 ballenas, extrayendo su aceite para comercializar.Ya en la Península Antártica, el buque suele recalar en la base Esperanza, con visitas a sus instalaciones, en donde la soberanía ejercida por nuestro país es notoria. Este suele ser el primer desembarco en la derrota al sur. Por reglamentación de la IATO, no pueden estar en tierra más de cien personas a la vez.
De esta forma se organiza el desembarco por turnos, en grupos de diez, en Zodiacs con motores de 40 hp.
El siguiente destino son las islas Georgias del Sur, considerada la capital ballenera de los mares del sur. Allí operaba la estación de Grytviken fundada por la Compañía Argentina de Pesca –empresa noruega–, hoy abandonada. Se puede visitar el museo de King Edward Point (Reino Unido), así como la ciudadela en ruinas que formaba Grytviken, con trescientos trabajadores que procesaban alrededor de veinticinco ballenas por día.Otra de las principales atracciones históricas de la isla es la tumba de Ernest Shakleton, quien atrapado por hielos flotantes, naufragó a bordo del Endurance.
Luego de vivir con su tripulación cinco meses entre hielo y mar, se dirigieron en tres pequeñas embarcaciones a vela rumbo a las islas Shetland. Al corroborar que éstas permanecían inhabitadas no les quedó otra opción que ir hacia las Georgias del Sur, cubriendo una derrota de 1300 kilómetros de mar abierto a bordo de uno de sus botes, el James Caird de 6.9 metros de eslora.
Luego de dieciséis días lograron desembarcar en King Haakon Bay, completando una de las proezas náuticas más memorables. La última recalada antes del destino final, Punta Arenas, es en las Islas Malvinas, cuya estadía en Port Stanley es principalmente para tareas de reabastecimiento del buque, que cambiará sus hábitos polares para adentrarse en latitudes más tropicales, estibando reposeras y sombrillas para la temporada venidera.
Via Agustin Becar Varela
Fuente Bienvenidos a Bordo com