Para los que siempre estuvimos en el río, sentimos un gran desconcierto al ver que la temporada se va terminando en distintos sectores y en tiempos diferentes.
Por supuesto, sin respetar ciclos reproductivos naturales, políticas turísticas, casi sin ningún control, ahora serán sorpresas, según el diario, inviables con la burocracia administrativa reinante, hasta que arman un control, ya se han enterado todos los grandes infractores y caen unos cuantos que pescan para comer.
Descontrol de tomas y manejo de aguas con contaminación (ejemplo Firlot Río Juramento), quema de montes ribereños, etc. Pensar que existen reparticiones y hasta universidades que estudian y trabajan esta cosa y hacen oídos sordos. Resulta que los peces están supeditados a limites políticos y caprichos de gobernantes de turno (no existe una evolución del reglamento de pesca).
Eso sí, ahora quedan los ríos liberados a los salvajes de siempre, es más seguramente les van a dar un carnet, plan social incluído y fichaje K, avalados por una Ley Nacional totalmente discriminatoria para pescar, año redondo!!!!Que linda manera de proteger el medio ambiente, nuestra pacha, medio de vida, todo esto siempre nos lleva largas discusiones, incluso con los pocos que están comprometidos con el control.
Así el recurso se va reduciendo y deteriorando año a año, pero el Gran Río se defiende y a los que tratamos de respetarlo, nos responde muy bien!!!
El Juramento, todavía en maduración del desove, las últimas semanas nos trató a puro pique, con emociones que por momentos nos hizo fallar el corazón.
En el sector R34 a Miraflores todavía no se había ido el enlame, así que los relevamientos fueron pobres pero con los mas bellos doradillos. El sector Galpón-Tunal, no se observó que remontaron todavía.
Tunal–Quebrachal si se vió un acardumamiento en el sector superior con hembras de gran porte rodeadas de pequeños machos pero muy inmaduras todavía.
La pesca y devolución, en este sector evolucionó a ritmos acelerados, los dorados, debido a que primero que son verdaderos sobrevivientes de guerra (por lo arriba expuesto), segundo a la intensa presión de pesca deportiva (gran densidad de balsas diarias) y gracias a su gran velocidad (mucho mas rápidos que cualquiera de nuestros sentidos), se han vuelto muy difíciles de concretar. Una jornada de pesca puede tener gran cantidad de piques por balsa y muy pocas fotos.
Los dorados toman la mosca en el mejor de los casos y la escupen en el acto, todo esto ante nuestra atónita mirada.
Con Balta hicimos varios miércoles de compadres y polarizadas memorables, siempre supervisados por el gran Jefe Ale (ahora Sombra y cerro) y su equipo (Marcelo, Emi, Larva, Perro, Erica y otros). Donde tuvimos los mejores dorados del río frente a los suri gatos.
La realidad es que no pudimos sacar ninguno, muchos piques fallidos y los grandes enganchados imposibles de dominar.
Uno de esos días, armamos dos balsas, salimos y temprano empezaron las sorpresas, tanto es así que vemos río abajo, a Gerardo con la caña doblada al máximo y una lomo verde empacada. Por supuesto gran operativo, Pablo filmaba, y nosotros corríamos río abajo para ver de reducirla.
Apenas la pude ver, me arrime y desapareció, era mas grande de lo que creíamos luego de varios intentos de arrimarla a la orilla, en el primer manotazo logré agarrarla de la cola y la abracé!!!!Una verdadera maravilla del Juramento.
El día jueves con Pablo y Gerardo, luego de una tormenta eléctrica nocturna, nublado amenazante, día ideal, tuvimos mucho mas de cincuenta piques ,solo levantamos cinco doradillos, eso si tuvimos varias emociones que nunca nos olvidaremos.
Una de ellas, Gerardo, presento su mosca negra /chartreuse 3/0 unos metros delante de unos palos, la dejo nadar llegando a ellos y salió una masa verde que se zambulló con velocidad y justaza sobre ella (primera arritmia), la afirmó, corrió rápidamente a un algarrobo caído, se longeo sobre una ramas pegando un espectacular salto, Pablo arrimaba la balsa a la costa del frente, luego se fue hacia las raíces, donde volví a saltar sobre ellas, mientras yo corría río arriba .
Como seguía enganchada, decidí largarme a cruzar nadando el río, para poder soltar la línea de las ramas. Con mucho esfuerzo, debido a la corriente, palos, la ropa inadecuada para el nado y encima debía llegar justo a donde estaba ella con la línea toda cruzada. Llegué con lo justo, pero era tarde, ya había escupido la mosca y solo quedaba desenredarla y desengancharla de las ramas. De vuelta a nado logré salir unos treinta metros abajo y quedé colgado como chumuco, arriba de unos palos hasta que me vinieron a rescatar. Demoré unas dos horas en recuperarme de la gran emoción y el esfuerzo. Me duró poco, ya que al rato enganché una que también se enredo en un palo, me enredo la línea por el cogote y termino cortando.
Luego siguió el pique sectorizado, pero constante.
El viernes, previo chivo al horno de Quirino, flotamos con Javier, Tomy y Fede, tuvimos muchos piques, pero ya no se vieron las grandes. Como será la bondad de este río que todos los días éramos, no menos de media docena de balsas, muchas veces en caravana, con los mas experimentados guías y pescadores de la zona y otros, sus clientes y los pescadores ribereños mas algunas lanchas, que todos pudimos experimentar encuentros con el gran dorado.
El sábado salimos a la tarde y a eso de las seis nos agarró la tormenta que duró una hora. Éramos dos balsas integradas Mariela (Kristina), Balta (el Pay), José y Facundo (los carozo de durazno) y yo (Enrique el antiguo, entre otros).
La tormenta no nos amilanezó, es mas, en medio de ella mientras me remaba Mariela ,tuve dos piques. Luego la lluvia paró y la última hora se puso explosiva!!!!
Llegamos al rescate y tuvimos que dejar las balsas y cargar las cosas hasta la ruta, ya que la camioneta no podía entrar con el trailer. Volvimos a la casa , nos preparamos un buen lechón y asado al horno chaqueño.
Al día siguiente se sumaron Gustavo y Gucho, obligados por la posición de las balsas, tuvimos que arrancar desde allí, así que cargamos comida, bebidas, hielo y a caminar y remar. Tuvimos un divertido día de pesca donde Gustavo, nuevo en lo mosquero, mostró su talento, Facundo, también pesco su primer borado y Balta, definió en la tarde, sino iba a tener que pasar el verano a pastillas.
Yo no pesqué nada los últimos días, es más, fuí muy bien atendido por las grandes, pero no pude besar ninguna. Me quede con las ganas y como no voy a tomar pastillas, me voy para el Dulce, tal vez al cerro y luego a la Patagonia.
Buena pesca para todos
Por Pablo” El Tuna”
Para Pezcalandia