En Pezcalandia recibimos de Alejandro Rial éstas breves líneas.
ESCUCHAR parece fácil, pero no lo es. Yo digo lo que digo y el otro escucha lo que escucha.
Y esto ocurre porque el escuchar pasa por el filtro de la interpretación del otro.
No enseñaron que un emisor envía un mensaje a un receptor y este lo recibe tal cual el otro lo envió, sin embargo esto sirve para las máquinas, pero no para los seres humanos.
El que escucha, escucha desde sus creencias, opiniones y estados de ánimo.
Si cambiaste el peinado y no te quedaste conforme y alguien te lo elogia, lo más probable es que pienses que te está cargando.
El otro dice lo que dice y yo entiendo lo que entiendo, y ahí empiezan los problemas.
ESCUCHAR no es solo recibir el sonido que el otro emite: eso es oír.
ESCUCHAR es respetar la individualidad del otro, es estar atento a lo que necesita comunicar. Es intentar saber lo que en realidad quiere decir.
ESCUCHAR es ESCUCHAR, y no estar pensando en como le voy a retrucar al otro lo que me está diciendo, mientras me lo está diciendo. Es hacer la experiencia de entender lo que el otro me quiere decir aunque me “convenga” no entenderlo. Es pedir explicaciones ante cosas obvias. Por ejemplo si alguien dice que está raro, lo primero que me sale es pedirle que defina “raro” porque seguramente esa palabra no es lo mismo para mí que para el otro. Inclusive, muchas veces usamos esos adjetivos (loco, raro, complicado, difícil, especial, particular, copado, etc.) con el único fin de NO ser claros en nuestra comunicación.
El hablar no es una lucha para ver quien tiene razón, sino para entender porque el otro cree que la tiene.
Si me propongo escuchar, en una de esas hasta me permito entender los argumentos del otro y tener la claridad para explicar que no los comparto.
Así de compleja es la acción de ESCUCHAR. Y sin embargo nos enseñaron que era una acción que se daba por sentada, solo por estar presente y OIR lo que el otro dice.
Con éstas claves sobre el ESCUCHAR te propongo que esta semana trabajes intentando comprender lo que el otro quiere decir y ser claro con lo que vos querés comunicar.
Por Alejandro Rial
