El montañero fue homenajeado ayer en representación de la expedición "Everest80".
En Pezcalandia pensamos que en muchos casos, se ha perdido el espíritu romántico del montañero, sólo se lucha contra el segundo y por la victoria"
Hace 20 años, doce montañeros de una expedición vasconavarra ascendieron por primera vez la cima del Everest (8.848 m.).
Al volver a casa, la gente les señalaba por la calle como héroes reconocibles.
El pamplonés Juan Garaioa, el único navarro de aquella expedición conocida como "Everest80" fue homenajeado ayer en Isaba por la labor de todos sus compañeros. El montañero fue obsequiado con un aurresku y recibió después una fotografía del campo base donde aparecían varios miembros de aquella expedición.
"Me produce alegría que después de tanto tiempo se acuerden de mí. Tengo unos recuerdos jóvenes muy idealistas de todo aquello, aunque no consiguiera subir a la cima. Me hubiese gustado subir, pero el hecho de que ya subiera Martín Zabaleta hizo que la expedición fuera un éxito, un objetivo conseguido", afirmó el homenajeado.
Ahora, Juan Garaioa vive la montaña de manera diferente, desde la distancia:"No sé si mi yo de entonces habría podido correr esta carrera. Nunca he sido buen corredor ni he ganado nada. Siempre suspendía gimnasia, soy un mal atleta. Pero cuando te gusta una cosa, la haces, te preparas y consigues el objetivo.
Eso es lo bonito. Ahora soy lo que yo llamo un "pisahierbas". Voy poco a la montaña".
Él subía, ellos corren
El pamplonés destacó que la principal diferencia entre los corredores de ayer y su manera de entender el montañismo es que "ahora pasan de largo por el monte, metiéndose pero sin integrarse". "Yo me siento parte del monte y la sociedad en la que vivimos está motivando la competición.
Se ha perdido el espíritu romántico del montañero y sólo se lucha contra el segundo, contra la dificultad y por la victoria", declaró.
Fuente la Navarra.com.es