En Pezcalandia hemos visto oportuno, hablar sobre un problema no menos importante relacionado con la contaminación; la contaminación lumínica. Obviamente, hablaremos sobre este tema, principalmente a nivel nacional, en España.
La contaminación lumínica es a emisión de flujo luminoso de fuentes artificiales nocturnas en intensidades, direcciones, rangos espectrales u horarios innecesarios para la realización de las actividades previstas en la zona en la que se instalan las luces.
Es causado principalmente son: Un ineficiente y mal diseñado alumbrado exterior, la utilización de proyectores y cañones láser, la inexistente regulación del horario de apagado de iluminaciones publicitarias, monumentales u ornamentales, etc.
Contaminación lumínica España, situación actual
Hay datos que delatan la situación lumínica de España. Se sabe que el gasto de alumbrado público sube cada año un 5%. Supuestamente con estos datos y otros de carácter demográfico, se ha descubierto que el aumento del gasto en alumbrado público crece mas que la población.
Como siempre y como muchas otras cosas, cola de eficiencia en Europa. El gasto el gasto en nuestro país es de 116 kilovatios por año y habitante, frente a los 91 y 43 de Francia y Alemania respectivamente. Ninguna provincia española cumple el objetivo de alcanzar los 75 kilovatios por año y habitante marcado por el Gobierno en el Plan de Eficiencia Energética 2004-2012.
El gasto en alumbrado público supone al año cerca de 450 millones de euros, de los cuales más del 50 por ciento no es flujo útil que ilumine las calles, sino que se pierde hacia el cielo, o ilumina los árboles y fachadas provocando esta contaminación lumínica.
Ante este paisaje dantesco, con respecto a este derroche inevitable, solo nos queda que algún político tome la determinación de adoptar políticas mas eficientes, pero de verdad.
¿Que se puede hacer?
Obviamente existen diferentes maneras de evitar toda esta situación de desperdicio se puede prevenir adoptando unas reglas sencillas y fáciles de aplicar:
1) Impedir que la luz se emita por encima de la horizontal y dirigirla sólo allí donde es necesaria. Emplear de forma generalizada luminarias apantalladas cuyo flujo luminoso se dirija únicamente hacia abajo.
2) Usar lámparas de espectro poco contaminante y gran eficiencia energética, preferentemente de vapor de sodio a baja presión (VSBP) o de vapor de sodio a alta presión (VSAP), con una potencia adecuada al uso.
3) Iluminar exclusivamente aquellas áreas que lo necesiten, de arriba hacia abajo y sin dejar que la luz escape fuera de estas zonas
4) Ajustar los niveles de iluminación en el suelo a los recomendados por organismos como el Instituto Astrofísico de Canarias o la Comisión Internacional de Iluminación.
5) Regular el apagado de iluminaciones ornamentales, monumentales y publicitarias.
6) Prohibir los cañones de luz o láser y cualquier proyector que envíe la luz hacia el cielo.
7) Reducir el consumo en horas de menor actividad, mediante el empleo de reductores de flujo en la red pública o el apagado selectivo de luminarias. Apagar totalmente las luminarias que no sean necesarias.
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Por Pezcalandia