Pesca... entre el deseo y la realidad

Desde Pezcalandia, queremos compartir con todos ustedes, ésta nota de Pescanet, que tan gentilmente nos envía Patricia, viuda del gran amigo Hugo Gallo Q.E.P.D

¿Sabes algo del norte?... ¿Tuviste noticias de cómo anda el sur?... ¿qué se sabe de las tarariras? Preguntas comunes entre pescadores que van levantando temperatura a medida que les bajan el nivel de pesca en sangre y ya se “están pescando encima”…

Y si, tener datos certeros hoy día respecto a los lugares de pesca es fácil, ya que las comunicaciones son muy fluídas y muchísima gente de las distintas zonas, ofrecen sus servicios de guía, por lo cual siempre hay datos frescos.

Hace décadas uno debía subirse al auto y largarse sin referencia alguna, salvo el pronóstico -que tampoco era muy confiable- y luego de cientos de kilómetros se encontraba con una tormenta de aquellas y el ánimo por el piso.

La ventaja para aquellos que disponen de mas tiempo, es la de poder tomar los recaudos y averiguar cuando los peces se han comido a algún tripulante de una lancha y salir lo antes posible, antes de que se corte la cosa.

Los mas ocupados deben por fuerza, planificar con anticipación, reservando y hasta comprando los pasajes, por lo cual es conveniente que, por las dudas, ni averigüen cuando se acerca la fecha para no desmoralizarse je jeje…

La pesca tiene sus sorpresas y así es la cosa…si siempre saliera todo como queremos, se transformaría en algo aburrido…repetitivo. +

Y no digo con esto que sea agradable una salida de pesca fallida, pero 5 de cada diez es así, otras 3 son regulares y 2 muy buenas. Siempre hay alguna posibilidad de que algo nos pinche el globo y más si se trata de pescar en el norte, donde un cambio de viento, temperatura o altura de río, suelen ser motivo de pesca casi nula.

Si bien esto no fue motivo para opacar la reunión, que se llevó a cabo los tres días con mucho éxito -pero mucho más abrigados-, todos recordábamos con nostalgia los dos primeros encuentros, donde la temperatura fue tan agradable que andábamos todos en mangas de camisa.

En esas dos ocasiones, fue muy buena la pesca de pirá pitas y doradillos, ya que por la alta temperatura estaban muy activos. Pero la realidad es que julio es pleno invierno y si bien en Paso, la temperatura puede ser benigna, aún en ésta estación, en ésta oportunidad no lo fue.

El único dato que nos alentaba era el de que habían dos grandes cardúmenes de mojarras remontando el río. Uno que ya había pasado las Playas de paso de la Patria y se encontraba en el brazo de la isla Toledo y otro que estaba a la altura de la ciudad de Corrientes y que de a poco se iba aproximando. Y por otra parte nos dijeron que había un gran cardumen de surubíes de los grandes en la costa de enfrente, pero no picaban con carnada, pues estaban aletargados por la baja temperatura, así que había que buscarlos a trolling, donde por lo general se los suelen sacar “robados”.

Y como siempre, el segundo día del “Encuentro” es “día de pesca libre” por lo cual todas las lanchas salieron de la costa simultáneamente, para pasar la jornada en el río. Y la mayoría, como era de esperar, se dirigieron a la isla Toledo. Y allí estaban. Una cosa es que a uno se lo cuenten y otra el presenciar personalmente lo que es un cardumen de mojarras, remontando el Paraná.

Es realmente impresionante. Como una cinta de luto el cardumen, de unos trescientos metros al menos ennegrecía la costa del río, amalgamadas lomo con lomo y más aún en las puntas de piedra, donde debían luchar un poco mas con la corriente y se las veía saltando de a miles en forma constante. De cuando en cuando, alguna explosión ante un ataque de algún doradillo y las mojarras volando por el aire. Todo un espectáculo.

Ni duda tengo, de que con más calor, los dorados hubieran estado muy activos y en el frenesí hubiéramos tenido seguramente muchos piques.

Pero estando con el metabolismo bajo y ante la abundancia de comida, es casi un milagro que tengamos la suerte de que alguno tome nuestra mosca o señuelo.

Solo pudimos sacar cuatro doradillos con bait, con mosca ninguno. Los señuelos, por su vibración llaman mas la atención entre semejante masa de forrajeros y suelen dar mas resultado. Y esa fue la constante ya que cuando nos reunimos esa noche para disfrutar de la segunda cena, todos coincidieron en que la pesca había estado muy floja.

Finalizado ya el evento para periodistas, decidimos con Gonzalo Castaño –dueño de la Posada Paso de la Patria- hacer un par de salidas mas, a pesar que la situación climática no había cambiado y los magros resultados se vaticinaban, pues el agua estaba realmente muy fría y la temperatura ambiente no subía.

Esta vez ambas salidas fueron aguas abajo, donde nos encontramos con el segundo cardumen de mojarras, el cual filmamos y fotografiamos durante largo rato, sin salir de nuestro asombro ante semejante visión.

Según las crónicas de décadas atrás, éstos cardúmenes tenían muchos kilómetros de largo. Si bien hoy día no son tan grandes, es alentador ver que todavía existen, ya que reaparecieron hace pocos años y su abundancia se va incrementando también en el Paraná medio.

Sería fantástico que esto también pase con los cardúmenes de sábalo, los cuales han sido diezmados por motivos de la exportación de su carne hacia otros países. Una tararira “grande para la zona” nos sorprendió en la desembocadura del arroyo San Juan.

Mas raro aún fue que tomara un señuelo cuando a mi entender, debía estar aletargada. Si Ud. mira la foto me dirá “¿eso es grande?”…y le doy la razón pues no lo es, pero es la mas grande que he visto al menos hasta ahora en Paso. Hemos sacado miles en las lagunas, arroyos y banquinas aledañas, que a veces están infestadas de tarariras comunes y de las ñatas, pero difícilmente superan los 30 cm de largo. Por mi parte sigo creyendo que en alguna de las miles de lagunitas y cursos de agua que tiene la provincia en su norte, debe haber alguna donde se pesquen tarariras realmente grandes. Sería cuestión de investigar, pero el objetivo de los pescadores del alto Paraná, se centra en el dorado, surubí y pacú y nadie le presta atención a la tararira, como variante de pesca deportiva, a pesar de que es de las mas dinámicas y divertidas.

Pocos piques muy tímidos en los dos días y solo un doradito que logró sacar Patricia, antes de que una lluvia torrencial nos disuadiera de que era mejor regresar al menos secos por dentro, a tomar unos mates a la Posada.

Lamento estimado lector si lo he decepcionado con este relato tan carente de escamas, pero la cosa no es siempre como la queremos, sino como se nos presenta al llegar junto al agua.

Se hace muchísimo mas sencillo escribir cuando la pesca ha sido buena, pero a mi también me gusta contar la realidad, sin pedir pescados prestados ni “inventar” pescas maravillosas con fotos de archivo.

Y en el balance final, el resultado fue muy positivo, ya que el objetivo real no era pescar, sino reunirse con colegas vinculados a nuestra actividad y con la gente de Paso de la Patria, que con mucho cariño y esfuerzo, nos han invitado por tercera vez al “Encuentro”.

Por lo demás…como diría un amigo: “es mejor un mal día de pesca que un buen día de trabajo”

Hasta la próxima

Por Mario Capovía del Cet

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