En
Pezcalandia te contamos que, aunque siempre nos tendemos a hacer eco de los tipos de contaminación que
tienden a afectar en menor o mayor medida al medio ambiente (fundamentalmente
porque es nuestra temática principal), es cierto que también existe una
determinada contaminación que
tiende a afectar más a las personas que a la propia fauna de un ecosistema.
En
esta ocasión nos encontramos ante un tipo de contaminación que, mayormente,
afecta más a los humanos, es que se trata de la denominada como contaminación acústica, la
cual muchas veces no es tenida en cuenta por las leyes, o no tan respetada por
los ciudadanos, pero también puede causar trastornos
Contaminación
acústica: un peligro para nuestros oídos
Para la mayoría
de la población, la contaminación acústica tiende
a ser considerada como un factor medioambiental ciertamente grande, ya que se
trata de algo que incide de manera tanto principal como importante en la
calidad de vida.
El término contaminación acústica hace
referencia al ruido cuando éste se considera como un contaminante; esto es,
cuando se convierte en un sonido molesto que puede llegar a producir problemas
psicológicos bastante nocivos para una persona (depresión, ansiedad, estrés,
insomnio). No debemos olvidar que un informe de la Organización Mundial de la Salud ha
estimado como el límite superior deseable en los 50 dB.
Las
principales causas de la contaminación acústica
Como de buen seguro sabrás, la principal causa de contaminación acústica es
la humana, el cual especialmente se deriva en el transporte, la construcción de
edificios, la cercanía a un aeropuerto o a una línea de trenes, o la industria,
son las fuentes principales de los ruidos dañinos.
Pero también existe un tipo determinado de
contaminación acústica que puede llegar a afectar gravemente, e incluso la
propia convivencia en una comunidad de vecinos: la música alta.
Efectos
del ruido en el ser humano
Como te comentamos anteriormente, la contaminación
acústica tiene varios efectos perjudiciales para
la salud de la persona, que tienen que ver con una serie de efectos
fisiológicos, o bien efectos psicológicos.
Entre los efectos fisiológicos, nos
encontramos con los siguientes:
Efectos
auditivos.
Efectos
no auditivos (afecciones en el riego cerebral, alteraciones en el proceso
digestivo, trastornos intestinales y cólicos, aumento de la presión arterial,
aumento de la tensión muscular, etc).
Entre los efectos psicológicos, encontramos
los que siguen:
Efectos
sobre la conducta.
Efectos
sobre el sueño.
Efectos
sobre la memoria.
Efectos
en el embarazo.
Efectos
en la atención.
Efectos
sobre los niños.
Es cierto que, de momento, existen algunas lagunas
legales respecto a esta problemática. Por este motivo fundamental, es vital
contar con una ley adecuada que
recoja todos los tipos de contaminación acústica que pueden llegar a afectar a
la calidad de vida de la persona, y que recoja las penas adecuadas para cada
delito.
Fuente
Blog Verde