Desde
Pezcalandia te contamos que, en muchas ocasiones, cuando hablamos de maltrato
animal rápidamente pensamos en los animales de compañía pero el ser humano da
para mucho más y aquí es donde encontramos el finning.
El
finning es una práctica pesquera en la que se atrapa al tiburón para cortarle
las aletas y después se devuelve al mar. Esto supone una condena a muerte para
el animal ya que morirá por asfixia, desangrado o devorado por otros animales
porque sin aletas no puede moverse.
Se
cree que al año son capturados más de 100 millones de tiburones para
conseguir sus aletas y así poder preparar cartílago de tiburón (medicamento) o
incluso la sopa de aleta de tiburón ¿Todo ese dolor para esto? Durante mucho
tiempo, casi una década, se ha estado luchando para erradicar esta posibilidad,
para que prohibieran esta práctica y finalmente será el 6 de julio cuando se
prohíba esta práctica.
Puede
que muchos de vosotros pensarais que ya estaba prohibido porque realmente en
2003 se creó una ley en toda la Unión Europea en la que se prohibía esta
práctica, pero países como el nuestro o Portugal, utilizaban una exención que
permitía que determinados buques pudieran cortar las aletas de los tiburones a
bordo.
Lo
único especial que tenían que hacer estos barcos era conservar y desembarcar no
sólo las aletas sino el resto del animal y, a su vez, que no se excediera el 5%
del peso de los tiburones capturados. Lo que ha cambiado con la nueva ley
que entrará en vigor mañana es que es más estricta por
lo que estos permisos especiales ya no tendrán cabida.
Algunos
datos que pueden resultaros interesantes para comprender la realidad a la que
están sometidos los tiburones y, espero que verdaderamente mañana cambie, la Unión Europea es
tanto la mayor potencia mundial en
la pesca de tiburón como en la exportación de aletas a Hong Kong y a China continental.
Tal
vez algún día podamos hablar de ¿Qué fue el Finning?
Fuente
Blog Verde