lunes, 30 de diciembre de 2013

Pescadores y trucos para cuidar la naturaleza



Desde Pezcalandia, ponemos a difusión, este informe que nos remitieran desde fuente lamentablemente desconocida.
En el río Oyacachi, en Napo, éste es uno de los sitios favoritos de los pescadores deportivos, quienes en la población del mismo nombre, obtienen un permiso para poder ir a pescar. 
El clímax de la pesca con mosca ocurre cuando la trucha vuelve a mover sus aletas debajo del agua, formando una senda ondulada que se va perdiendo a lo lejos en el río. En ese momento cumbre, cuando el pez vuelve a ser uno con el agua, se advierte una sonrisa en Pedro Ordóñez, quiteño que encuentra alegría al pescar en medio de ríos, lagos y acantilados. 
Metido en el agua, con un traje especial para evitar el frío y no mojarse, el pescador deportivo se regocija cuando el hilo de nylon se tensa, con sus manos firmes en la caña atrae el anzuelo para quitarlo cuidadosamente de la trucha, mirarla unos segundos y soltarla. 
En ese intento de pescar, enrollar y dejar ir puede pasarse tres y cuatro horas sin problemas. 
Ordóñez es un pescador deportivo que disfruta mientras sostiene una caña. Esta actividad ha dado incontables alegrías a él y a sus amigos, por lo que rara vez se lleva algún animal a casa. 
Para no depredar, suelta con alegría las truchas, que son los peces que abundan en los ríos y lagunas de la Serranía, adonde suele ir. Con eso evita la extinción del animal y ayuda para que nuevas generaciones de pescadores continúen disfrutando de la naturaleza en una actividad de paciencia, en la que se aprende a cultivar el silencio. 
Sus aventuras las realiza en medio de montañas, con el sonido del agua, que en ocasiones le cubre más allá de las rodillas. A veces deja la orilla y si no hay mucha corriente se mete al agua para acercarse a los sitios donde están reunidos los peces. Los pescadores expertos pueden reconocer con una mirada el sitio ideal para lanzar la caña. Pero antes de llegar a esos parajes encantadores algunos confeccionan sus propias moscas, lo que luego les permite tener éxito. 
Un ejercicio de paciencia Giancarlo Tescaroli es otro apasionado de la pesca con mosca. Él es italiano y reside en el país desde hace unos 32 años. Tanto es su gusto por elaborar moscas y luego engañar a los peces, que puede pasar horas en la tranquilidad de las noches elaborando pintorescos señuelos antes de ir a los ríos y lagunas cercanos a Quito. 
Con su pericia consigue hacer tres moscas en una hora. Las moscas sirven para engañar a las truchas y que piquen, pues simulan ser los insectos que suelen comer en su hábitat natural. Por eso Tescaroli las elabora por decenas, en diversos colores, tamaños, formas y texturas. 
Algunas se utilizan cuando hace mucho sol, otras para atrapar peces bajo la sombra de un enorme árbol. En ocasiones, cuando las truchas están en el fondo, usa las llamadas ninfas y larvas. Los pescadores deportivos son, a su manera, también entomólogos, es decir esos estudiosos de los insectos porque conocen en qué hábitat se desarrollan, qué comen, por qué son de tal o cual color. Elaborar una mosca es un proceso laborioso. Se usan materiales sintéticos y animales. Plumas de aves, hilos de colores, pelos de animales salvajes. 
Para hacer moscas se necesita usar un torno… es todo un arte que entretiene y disipa. En ocasiones, según reconocieron ambos aficionados, se reúnen entre amigos y entre charla y charla elaboran su mejor señuelo. Cuando están en el río llevan decenas, hasta cientos de moscas debidamente clasificadas. Se las prestan o las intercambian. En la pesca deportiva la intención principal es la de no lastimar las truchas ni dañar el medio ambiente. 
Aquí no gana el que saca el pez más grande ni el que se lleva a casa más kilos de pescado. 
Los ganadores son, sin duda, los que más pueden disfrutar de todos los momentos que engloba esta dinámica actividad. 
registros de pesca con mosca desde el siglo 2 a.C.  Se conoce como moscas, a los señuelos artificiales que sirven para pescar y que tienen forma de insectos, de peces pequeños, crustáceos... Hay
En la actualidad hay seguidores de esta modalidad en todo el mundo. 
Las moscas más elaboradas tienen cabeza, alas, pata.


Un tip mas de Pezcalandia
Photos Vicente Costales 
Por Carlos Rojas Acevedo