Hola
amigos de Pezcalandia, como siempre comienzo cada informe, agraeciendole a King
por permitirme participar en tu espacio.
Colegas
pescadores, les dejo un pequeño relato de una de mi pesca en el Río Chimehuin,
en Neuquén.
Después
de pasar dos meses fuera de combate (enero y febrero), volví a mi trabajo, tengo
una afección en mi brazo derecho, el tendón epicondrio inflamado y no podes ni
pescar, ya que las manos son lo fundamental.
Un
día cualquiera del mes de abril, invito a dos amigos a pescar un rato en el Chime,
Rubén Gutiérrez y Manuel Vivares, enganchamos el bote y nos fuimos.
Tiramos
el bote tipo 14hs, después de las empanadas, salí remando, Guti y Manolo pescaban.
Transcurrida
una hora, Rubén me pide remar, agarro mi
caña 5# línea de flote y una hocíquela (mosca de Foam) con características que
hacen que al darle con la línea pequeños tirones, ví varias pequeñas truchitas
tratar de agarrar mi mosca, nada interesante, siempre fiel a los conocimientos
que cada año volvemos a aplicar, le comento a Rubén, voy a castear a aguas
bajas, siempre hay alguna marrón esperando para cazar, dos o tres cast y sale una boca blanca grande
y atrapa mi mosca, hasta que no ves al pez, no percibís en su dimensión el
tamaño, pero al arrimarla al bote, Rubén y Manu me dicen, Bigua es enorme
ojoooo!, foto y al agua otra vez.
En
el próximo Run, se venía una pasada fea, muy violento el chorro de agua, ramas
plantas y por supuesto la prevención es lo primero. Antes del chorro detrás de
un sauce, hay un pequeños remanso tipo olla, donde suele quedarse alguna bestia
esperando comida, tal cual, casteo y me quedo mirando para otro lado, Rubén
grita “clava viejo clava”, miro y veo la panza, típico de cuando cazan y toman
su presa, se dan vueltas, clavo y nada, reconozco mi error imperdonable, de
estar mirando para otro lado.
Manuel
veía truchas comer y se ponía loco, tenía armada una cañita tres, por suerte no
había nada de viento.
Paramos
varias veces en correderas muy bondadosas, pero nada, el Río nos enseñaba y nos
hacia repetir una frase muy dicha por los pescadores: Cuando no quieren, no
quieren.
Sacábamos
conclusiones de que, el agua esta fría, la luna como está, y así transcurría
nuestra tarde de pesca. Ninfas, Streamers, Secas , inventos y nada de nada.
La
parte que pescamos de Río Chimehuin esta entre Junín y S M Andes, muchos habrán
visto un informe sobre la contaminación de residuos cloacales que vierte el
EPAS de Junín de los Andes, lo cual lo niega a rajatabla, pueden comunicar en
sitios oficiales porque son parte de ellos, a pesar que se les puso enfrente
botellas con el olor nauseabundo que deja el desecho humano, lamentablemente
nosotros, los de afuera, debemos recurrir a denuncias a través de redes y quizás
alguien tome el toro por las astas.
Pablo
Saracco es un fiel defensor del medio ambiente y un gran creador de imágenes,
muchas veces salimos de pesca y Pablo no pierde la oportunidad de sacar su cámara
o teléfono y filma basura, gente lavando autos en el río con detergente y así
cosas que solamente gente que no le importa nada lo puede hacer.
Uno
de los últimos videos que realizó y que a Dios gracias detono el desastre que
estaban haciendo, fue el que se viralazo a través de las redes sociales y llegó
por ejemplo a Canal 13, programa Telenoche.
Por
suerte y viendo pasar agua bajo el puente, el periodista Malnatti tomo la posta
y fue el resultado de lo que muchos vieron en la
TV. Mas allá de la denuncia, Malnatti corrió
el manto oscuro que oculta el precario compromiso político actual a nivel local y provincial. Esto viene a cuenta
porque simplemente no es un río cualquiera , representa un gran ingreso
monetario de la mano del turismo, ya que está considerado entre los mejores del
mundo para la pesca. Y si fuera cualquier río, eso no les da la autoridad de
contaminarlo. A simple vista es mas fácil de esta manera y no hacer las cosas
bien, realizando plantas potabilizadoras y pensar en el futuro de las ciudaddes.
Nada
nos cambiará la manera de pensar ante éstos atropellos a la naturaleza,
seguiremos en silencio la lucha, no nos asustan las amenazas telefónicas, son tan
pero tan poca cosa, que se esconden tras una llamada anónima.
Hasta
la próxima amigos. Saludos en amistad
Por
Eduardo Bigua Furlong
Staff
Pezcalandia