miércoles, 15 de agosto de 2018

NORTHLATITUDE y PEZCALANDIA curso de Supervivencia en Estados Unidos.


Desde Pezcalandia difundimos ésta gran experiencia de nuestro amigo Gabriel.

En julio del año 2018 realicé mi segundo viaje a Estados Unidos, precisamente con destino primario a Atlanta y posteriormente a Florida, con el fin de visitar las instalaciones en la N.A.S.A. (Administración Nacional de la Aeronáutica y Espacial) en el Centro Espacial Kennedy, donde participé de un almuerzo y breve conversación con el ex astronauta ingeniero Edward Gibson, quien había sido uno de los tripulantes de la misión espacial Skylab 4 donde un día anterior a este evento, había finalizado una etapa más de mi vida, precisamente, un curso internacional de supervivencia en zona de monte por la cual fui certificado por una conocida escuela de ese país.
En lo que respecta al mencionado curso que finalicé satisfactoriamente, antes de emprender mi viaje desde Argentina, había mantenido una conversación telefónica con su instructor a quien le había manifestado mi intención de ser alumno de uno de sus cursos siendo que mi persona soy Director de NORTHLATITUDE (C.A.C.E.N) Centro Argentino de Capacitación y Entrenamiento Northlatitude Internacional, Director de Supervivencia y Orientación de PEZCALANDIA, instructor de Supervivencia DISCOVERY CHANNEL 2015, 2017 Y 2018 y últimamente, instructor de supervivencia “honoris causa” nombrado por S.I.W.A. que es la Asociación Mundial de Instructores de Supervivencia basada en Lackeland, Florida, Estados Unidos. No obstante, también le comenté sobre este viaje a Jorge Vicente de PEZCALANDIA a quien le expliqué que la capacitación en el extranjero iba a ser un beneficio mutuo ya que ser Director de Supervivencia y Orientación de Pezcalandia y representarlos en ese país, iba a ser muy interesante. Mi arribo a Estados Unidos fue en un clima de mucho calor y humedad, habiendo notado el cambio radical de temperatura de Buenos Aires, Argentina, donde finalmente me hospedé en un resort de Florida para comenzar con los preparativos y viajar hacia otro lugar de ese estado para realizar el curso, siendo ello un momento de gran expectativa personal porque el año pasado había viajado a Ecuador, previo paso por Colombia, a dictar un curso internacional de supervivencia llamado “Bear Black I Jungla”, debido a que una empresa de Quito contrató a tres instructores de supervivencia DISCOVERY CHANNEL de México, Brasil y en mi caso, de Argentina, país al cual orgullosamente una vez más representé.
Una vez acordado el día, viajé al encuentro con los dos instructores del curso,  Byron Kernes y Emmit Wakefield, ambos de la empresa local BYRONKERNSSURVIVAL. A Byron, su Director, antes de viajar a su país le había manifestado que desde el año 2005 dicto cursos en Argentina y otros países y que deseaba instruirme por medio de su empresa para adquirir más experiencia en la materia, para optimizar lo aprendido y aplicarlos a la capacitación de nuestros futuros cursos y para obtener una certificación internacional y por ello, lo invité a conocer mi sitio web www.northlatitude.com.ar para que tenga un mejor acercamiento acerca de las actividades de enseñanza que desde hace tiempo realizo en medio de la naturaleza. Este instructor, según su currículum profesional que consta en su sitio web, se expone que fue instructor de cientos de cursos de militares de la Fuerza Aérea de Estados Unidos basados en Washington y de los conocidos equipos de los Navy Seals y asimismo, deseo resaltar una actitud positiva de este instructor e impensada por mí. Antes de viajar, Byron quien ya se había asesorado sobre mi formación profesional, me manifestó que el consideraba que por mi conocimiento en la materia supervivencia, no abone el curso pero que sí, que viaje a instruirme con ellos pero que ambos compartamos conocimientos, es decir, que intercambiemos conocimientos, que él iba a enseñarme como yo a él, técnicas de supervivencia. Este acto noble de la talla de un profesional como este señor Byron lo manifiesto en forma pública porque ello muestra su nivel de educación y respeto que tuvo hacia mi persona siendo un extranjero y por ello, le agradecí su gesto noble pero le dije que el curso se lo iba a abonar porque era su profesión y así lo hice. A ello agrego que desde hace años no solo trabajé con profesionales militares y civiles norteamericanos en la Fuerza Aérea Argentina sino que, tuve la oportunidad de conocer a ciudadanos de esa nacionalidad por medio de algunas expediciones de alta montaña en que había participado como asimismo, en mis viajes realizados a la Patagonia realizando actividades outdoors de trekking sobre glaciares como otros lugares de cerros, bordeando lagunas, etc, donde agrego que también tuve alumnos de esa nacionalidad en mis cursos. No viví en Norteamérica pero conocía a algunos de sus ciudadanos por los vínculos laborales o de capacitación mencionados a hago referencia.
Llegó el momento del inicio del evento, nos saludamos entre los presentes siendo que yo era el único argentino con instructores y alumnos norteamericanos siendo que este curso fue dictado integralmente en idioma inglés, lenguaje al cual utilizo desde hace muchos años por diversas razones, entre ellas, para brindar capacitaciones en ese idioma. En ese punto de encuentro los instructores hicieron un control de equipo y una vez finalizado ello, partimos en dirección al campamento de supervivencia posterior a una marcha en el terreno de 20 minutos de duración siendo que para mí, encontrarme realizando un curso en el país del norte con extranjeros y con un clima de mucho calor, humedad y con una temperatura de 33 grados, era algo novedoso. Precisamente recordaba que unos meses antes había estado festejando un nuevo aniversario de NORTHLATITUDE bajo el intenso frío de Nueva York, Manhattan, Nueva Jersey y Washington, con temperaturas que oscilaban entre los 7 a 15 grados bajo cero y ahora, con calor!!!. Ya en el campamento, mediante directivas del instructor, comenzamos a recorrer la zona agreste en búsqueda de un sitio de acampe donde tomamos las debidas precauciones de no estar cerca de alguna fuente de agua porque los mosquitos ya comenzaban a molestar hasta que finalmente encontramos un lugar apropiado y así solucionamos donde instalar nuestros REFUGIOS individuales porque en ese lugar si bien era una zona de monte y bosque, no habían árboles de los cuales podríamos aprovechar como recurso de la naturaleza para construir un refugio grupal. En los cursos de supervivencia que generalmente dictamos en Argentina, nos basamos en el PENTAGONO DE SUPERVIVENCIA, que obedece a una figura matemática por la cual desde la fase teórica, de inicio, se toma como referencia seguir un orden de prioridades en forma secuencial de acuerdo a sus vértices, con técnicas de supervivencia basadas en los Primeros AuxiliosSeñalamientoRefugioAguaAlimentos y Fuego, como también Orientación (travesía diurna y nocturna), construcción de Nudos y Trampas, construcción de Lanzas, Arcos, Flechas y Balsas de Supervivencia, entre otros. Ese orden secuencial al que hice referencia, puede alterarse debido a las circunstancias en que un sobreviviente o un grupo de ellos se encuentren precisamente, sobreviviendo, dependiendo de ciertos factores del orden objetivo (medio físico, naturaleza misma) y subjetivo (las personas).  
Además, entre otras técnicas que enseñamos son aquellas relacionadas con la Psicología de Supervivencia como el Control Mental, A.M.P. (Aptitud Mental Positiva), elección de un LIDER  de grupo, entre otros, algo que nuestros alumnos siempre realizan al inicio de un curso y esta vez, mis compañeros norteamericanos consideraron elegirme líder de grupo, cosas del destino. Con respecto a obtener AGUA, no tuvimos inconvenientes porque conseguimos agua potable y no debimos realizar algún proceso para potabilizarla pero si debimos tomar precauciones de no obtener agua de un canal cercano a nuestra posición en el terreno porque no era potable, el proceso de purificación iba a llevar tiempo y aparte, era habitada por caimanes americanos de los cuales no vimos alguno aunque sí posteriormente vimos algunos animales llamados Key Deer (muy similares a los venados), los cuales durante la noche visitaron nuestro campamento porque al día siguiente encontramos sus huellas en los alrededores como asimismo, pudimos ver varios a unos 50 mts. de distancia quienes notaron nuestra presencia. Acerca de los ALIMENTOS, los instructores nos entregaron un pack de alimentos como ración de supervivencia y debimos precisamente, racionarla, distribuirla durante los días que duró el curso, bajo el interno calor y humedad del lugar aunque también nos enseñaron a hacer “charqui”, por el cual cortamos carne en tiras finas y puestas bajo un trípode construido con troncos sobre el terreno, cubierto con un velamen (tela) de paracaídas, se fue cocinando a fuego lento hecho en la base del trípode. Preparada de esta manera, la carne puede conservarse durante mucho tiempo pero para nosotros, esa vez no hubo mucho tiempo ya que la consumimos al cabo de pocas horas. Acerca de la alimentación, el instructor nos hizo construir TRAMPAS y para ello, trabajamos en equipo y bien, una de las trampas las traje de recuerdo a Argentina.
Otras técnicas que los instructores nos enseñaron fueron aquellas de SEÑALAMIENTO y ORIENTACION mediante el uso de brújulas magnéticas y lectura de cartas topográficas de la zona ya que para realizar una navegación diurna (travesía en el terreno), utilizamos una carta topográfica de nombre LAKE MARY – Ocala National Forest, con su escala propia y donde se podían visualizar bien las curvas de nivel del terreno. Otras de las técnicas que nos enseñaron fue hacer FUEGO por diversos medios, naturales y otros como asimismo, como armar una MOCHILA improvisada con un pedazo de tela y cuerdas, algo que recordaba del curso de Supervivencia General que había realizado en zona de islas próximas a la III Brigada Aérea de Reconquista, Santa Fé, en la gloriosa Fuerza Aérea Argentina.
Así fue transcurriendo el tiempo del curso hasta que finalizó la actividad el último día por la tarde llegando un momento no esperado para muchos que no solo me había sucedido con muchos de mis alumnos sino que, esta vez sucedió en este curso con nuevos compañeros. Y, hago referencia al momento de la despedida porque quienes estamos abocados desde hace un prolongado tiempo a instruir en este tipo de cursos, entiendo que conocemos el significado de permanecer algunos días en la naturaleza experimentando ciertas ausencias como las comodidades propias de la ciudad, con las variables de encontrarse bajo un agobiante calor con la molestias de mosquitos y jejenes, un frío intenso, lluvia, barro, humedad, etc, y que un día, finalice esa vivencia conjunta. A mi entender, cuando se finaliza un curso, uno deja atrás una vivencia realizada junto a un grupo de personas porque como usualmente les he manifestado a mis alumnos, uno en su función de instructor es un ser humano que enseña y convive junto a un grupo de personas pero que también aprende de ellos.
Así fue que finalizó esta jornada en el extranjero donde un grupo de personas elegimos instruirnos en un curso en la naturaleza habiendo dormido en refugios individuales construidos con elementos del lugar y otros, donde nos desplazamos juntos en el terreno de día y de noche, gastamos energías y fuerzas para recorrer un determinado lugar y buscar fuentes de agua, alimentos de origen comestible aptos para el consumo humano, transpiramos, pasamos calor, etc. Ciertamente, unos y otros trabajamos con un equipo ya que en un curso de supervivencia de estas características uno elige aprender con el objetivo de prepararse para alguna eventualidad en que nos encontremos imprevistamente ante la circunstancia de sobrevivir en el medio de la nada, por decirlo de una forma pero que es una expresión válida para el entendimiento humano.
Nos despedimos en medio de abrazos y mi satisfacción de no solo recibir un certificado internacional en un curso de supervivencia sino que, antecede que viajé desde muy lejos para lograr un objetivo profesional más al igual que mis compañeros de curso, Dallas, Tadem y Craig. A ellos les estoy muy agradecido porque fueron muy buenos compañeros de cursos ya que no hubo barreras con el idioma. También extiendo mi agradecimiento a nuestros instructores, Byron y Emmi, quienes demostraron ser muy buenas personas y profesionales, personas muy educadas y respetuosas, quienes me abrieron las puertas de su empresa para que asista a un curso, a quienes les hice unos presentes, la entrega de una Bandera Argentina, un Mate bien argentino y algunos parches de Northlatitude y ellos me regalaron una remera y una taza con el logo de su empresa. Nos quedamos hasta el final y hasta que el vehículo no me fue a buscar para llevarme al resort, ellos permanecieron conmigo.

Por Gabriel Esquivel
Montañista Profesional
Instructor montaña y supervivencia
Staff Pezcalandia