Desde Pezcalandia compartimos ésta emotiva historia de
vida.Su afición por el montañismo empezó a los 10 años, cuando sus tíos lo
llevaron a una de las elevaciones más altas de su país. Se trata del nuevo
embajador de Estados Unidos (EE.UU.) en Ecuador, Michael J. Fitzpatrick que, en
un lapso de tres meses, ya ha subido el Rucu Pichincha, el Pasochoa y el
Illiniza Norte.
El pasado domingo alcanzó la cumbre del Rucu por segunda
vez y, en esta ocasión, no solo fue motivado por su gusto por este tipo de deportes
sino que fue
parte de la quinta edición de la campaña Climbing for Range of Motion Project
ROMP, una organización que recauda fondos con el fin de proveer
prótesis de alta tecnología a personas que han perdido alguna parte de su
cuerpo para que recuperen su movilidad y hagan cualquier actividad, inclusive
el montañismo.
Con un paso relajado, detrás de varios montañistas
locales y foráneos que reemplazan parte de sus extremidades inferiores
amputadas con prótesis, Fitzpatrick subió desde el Teleférico a la cima del
Rucu.
Sin apuro, se dio tiempo para recoger los desperdicios
que encontraba a su paso y que contaminaban la montaña. A la hora y media llegó
junto con el grupo de deportistas de élite amputados a los 4.320 m.s.n.m.
Descansó, conversó con los participantes, se hidrató y 10 minutos después
siguió.
El paso por el arenal demoró a varios de los deportistas
con capacidad especial, pero nada impidió que todos lleguen a la cumbre ese
día. Mientras tanto, ya en la cima, con un tiempo aproximado de dos horas y
media, el primer y más grande grupo de la expedición, entre los que estaba
Fitzpatrick, esperaba a sus compañeros.
El estado físico del diplomático es muy bueno y su
actividad deportiva, constante. Aunque ha subido el Kilimanjaro en África y la
Cordillera Blanca en Perú, entre otras, comenta: “Acá la diferencia increíble
es que es más accesible, estamos en el Rucu y en dos horas uno puede estar en
Cayambe, Illinizas o Cotopaxi, donde sea y en otro país es lejos”.
La ecuatoriana Kathy Pico (48 años), deportista amputada
de élite que lideró la expedición al Rucu, agradeció la participación del
embajador en el evento porque considera que eso ayuda a visibilizar esta
temática en el país y que aún falta trabajar en la inclusión.
Pico es parte del directorio de ROMP en Ecuador, perdió
parte de una pierna por cáncer hace nueve años y luego de un tratamiento de
quimioterapia ahora entrena entre una hora y media, y tres a la semana, mínimo
cinco veces al día, para participar en maratones internacionales y en los
eventos de ROMP. En el 2018 subió al Cotopaxi días antes de viajar a EE.UU.
para una maratón.
La ONG recicla prótesis de alta calidad en EE.UU. y
compra partes que los beneficiarios requieren de acuerdo con su cuerpo.
Invierte un promedio de $ 1.000 por prótesis y, en este año, solo la semana
pasada, con la promoción de la quinta edición del Climbing for ROMP ya lograron
$ 50.000 para 50 personas que han sufrido amputaciones.
Fuente El Universo