Nos llega a la redacción de Pezcalandia la grata sorpresa de Héctor Aquino, miembro del grupo de pescadores de la barra, cuando junto a su sobrino Gonzalo, se encontraron con el toro del Río Paraná, un surubí que colmó de infinitas emociones.
Cabe destacar que tanto esta especie como los dorados, manguruyú, pacú, salmones, boga, entre otros, son especímenes que no se suelen ver habitualmente río arriba de la represa de Yacyretá, son escasas las capturas debido a los cambios del ecosistema, la fauna y flora luego de que se instalara la reconocida central hidroeléctrica en la provincia vecina de Corrientes.
El sueño de todo pescador es obtener estas especies, protegidas, y caratuladas en extinción como el caso del Manguruyú, por lo cual, en razón de ello, tío y sobrino en nombre de la barra pesquera y todos los pescadores que pregonan la pesca con devolución, retornaron el surubí a su hábitat, enviando como mensaje con la acción, que otros pescadores tengan la cuota de suerte y el premio a la perseverancia de poder encontrarse con semejantes especímenes con los cuales nos premio nuestro querido y adorado Río Paraná.
Recordemos que el grupo Pesca sin Fronteras está integrado por fanáticos de la pesca oriundos de las ciudades de Buenos Aires, Ituzaingó, Virasoro, Mburucuyá, Oberá y Posadas en Argentina, Encarnación en la República del Paraguay, y también pescadores deportivos de la República Federativa del Brasil, quienes previo al inicio de la pandemia, organizaban unas jornadas de pesca al mes en diversos destinos de sudamérica y debido a la situación actual, tienen pendiente el ansiado reencuentro para disfrutar de esta hermosa actividad deportiva, dando continuidad al cuidado de los recursos naturales que nos brinda el río y la naturaleza toda, aportando como todo pescador deportivo con sus acciones de pesca y devolución.
Acerca de la especie
Cuenta con dos tipos de especímenes, el Surubí manchado o pintado y el Surubí atigrado.
Surubí Pintado
Es un pez robusto y cilíndrico, de escasa altura. Cabeza grande deprimida, especialmente en el hocico. Los Ojos son pequeños, la boca terminal con dientes pequeños y viliformes. Ostenta barbillas maxilares y mentonianas. Las aletas son mas bien pequeñas, siendo la caudal escotada de lóbulo iguales. Es un pez de gran porte, llegando a superar los 170 cm de longitud total y 50 kg de peso. El color de fondo es amarillo parduzco claro, negruzco en el dorso y casi blanco en el vientre. Presenta motas ubicadas sobre el cuerpo y aletas, y barras blancas localizadas en lateral y dorsal.
Surubí atigrado
El cuerpo es largo y delgado, cabeza grande, deprimida. La diferencia mas perceptible a simple vista está en la boca, la que presenta un ligero pronunciamiento del labio superior, en cambio en el anterior (surubí pintado) la boca es casi terminal. La talla máxima ronda los 125 cm y 30 kg de peso. Es de color pardo oliva, con 13 o 14 bandas transversales oscuras que llegan hasta el vientre. La parte inferior del flanco y el vientre es de color blanco con escasas manchas oscuras. Aletas pardo claras, con machas oscuras redondas.
Hábitat
Es una especie migratoria. Frecuente en los cauces grandes y a profundidad máxima, de noche suele introducirse en riachos secundarios. Vive en zonas donde la corriente no es fuerte, prefiere las calles o corredores donde puede obtener la comida, como así también los «veriles», como se conoce la zona próxima a los grandes desniveles que presenta el fondo de los ríos.
Alimentación
Es una especie netamente cazadora, Para obtener su comida prefiere las horas del alba o del crepúsculo y lo hace al acecho, espera que ésta pase. La confluencia de arroyos menores con una corriente principal es la zona donde se estaciona el surubí esperando su presa. Su coloración gris pardusca y las manchas de su piel hacen que, tanto el pintado como el atigrado, se mimeticen con el fondo de los ríos, la vegetación y los elementos que permanecen en sus fondos, dándoles una excelente cobertura táctica a la hora de cazar. Utiliza ese «camouflage» junto con su escasa movilidad: cuando un pez pasa cerca, le hace perder el rumbo con un golpe de cola; entonces lo «chupa» con su enorme boca, que carece de dientes como la de casi todos los silúridos (bagres, patíes); sólo una suerte de dientes pequeños o bordes óseos de su maxilar hacen las veces de piezas cortadoras. Su alimento principal lo constituyen los sábalos, que abundan en todos los lugares que habita el surubí, integrando su dieta también otros peces, como bogas, bagres, armados, pero su voracidad lo lleva a capturar otras especies, incluyendo ranas y víboras. Cuando las aguas se enfrían, se muestra inactivo y aletargado.
Reproducción
Ovíparo en cuanto a la reproducción, este pez migra buscando las aguas cálidas con la finalidad de desovar, la represa hidroeléctrica Yacyretá impide actualmente su llegada al Brasil, destino de su recorrido en otros tiempos. Se puede encontrar en las zonas más profundas de los ríos, en pozones, o veriles.
Características
Pertenecen a la familia de los Bagres; las dos especies de Surubí presentan una similitud en la conformación exterior, pero se los distingue fácilmente por los dibujos, que cada uno presenta en la piel, teniendo como color de fondo dos tonalidades de gris. El surubí, atigrado tiene manchas transversales negras y en cambio, el surubí pintado se encuentra cubierto por una serie de puntos negros que legan hasta la extremidad de la cola, lo que no deja duda alguna para su identificación.
Fuente Misiones Online.
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