Después de levantar dos generosas porciones de mojarras a $700 la porción, continuamos nuestro viaje por Ruta 12 hasta el ingreso a Villa Paranacito en el kilómetro 151, donde tomamos a mano derecha por ruta 46 unos 18 kilómetros, de los cuales 15 son de asfalto y el resto de ripio. Allí, nos dirigimos al estacionamiento detrás de la oficina de turismo, donde Gustavo llego con su embarcación a buscarnos.
Nuestra salida al río Uruguay lo hicimos navegando por las Tintas,
nos encontramos en este día en especial con muy poco viento, en principio del
noreste, pero irisado lo necesario como para poder realizar una muy buena
pesca. Con el rio en este estado no paramos dentro de las Tintas para el armado
de equipos sino que lo realizamos ya río afuera.
Los equipos que utilizamos fueron cañas telescópicas de
hasta 4 metros, aptas para el uso de reeles rotativos del tipo huevitos y
frontales, con una carga mínima de 100 metros de multifilamento. En cuanto a
las boyas, por mi parte y teniendo el sol de frente, me incline por las típicas
Ping Pong negras, Gustavo utilizo en principio chupetonas combinadas en color
naranja y amarillo y Jorge también utilizo boyas negras, con brazoladas entre
los 25 y 40 centímetros, rematando la linea con un puntero o pilotín con una
brazolada entre los 50 y 60 centímetros.
En nuestra primera gareteada con muy baja intensidad de
viento pero con agua movida, logramos la captura, en principio, de un par de
sardinas y algunos pejerreyes medianos pero muy vigorosos y combativos.
A medida que avanzamos en la gareteada los portes de los
pejerreyes se iban incrementando con ejemplares de entre los 600 a 800 gramos.
Transcurrida una hora, aproximadamente, del inicio de la pesca el viento se
cortó, el agua se plancho y el pique desapareció por completo, esto se mantuvo
así unos 20 minutos.
Por suerte comenzó a soplar una suave briza del sur, que de
a poco se incrementó lo justo y necesario para que se iniciara nuevamente el
pique, desde ese momento además de darse ejemplares de 600 a 800 gramos
estábamos dando con pejerreyes que promediaban los 900 a 980 gramos y alguno
que pasó el kilo. Curiosamente no podíamos dar con una profundidad establecida
del pique, ya que se daban en todas las brazoladas y en todas las
profundidades.
Nuevamente el viento nos cambió de cuadrante, en esta
oportunidad del Sudeste y ya de mediana
intensidad, lo que provocó que el Uruguay incrementara la seguidilla de olas y
la altura de estas. No obstante, las capturas no cesaron en ningún momento y
realmente esta jornada de pesca se convirtió en un festival de piques, donde si
dejábamos alguna boya en el agua, mientras encarnábamos algún anzuelo, los
lográbamos pegados a la embarcación.
Si bien es cierto que la gran mayoría de las capturas las
realizamos lejos de la embarcación, no era necesario dejar derivar tanto las
líneas ya que los piques se hacían presentes a un par de metros.
Promediando las 15:30 y con la cuota permitida ya realizada,
dimos por terminada esta jornada de pesca, donde nuevamente en este inicio de
temporada le pudimos sacar varios y
repetidos grandes pejerreyes al río Uruguay.
Recomendamos estos equipos de pesca:
Prensa & Difusión
Staff Pezcalandia
Fuente Weekend