jueves, 27 de octubre de 2022

Pezcalandia y Truchas grandes de verdad


Solemos hablar de generosidad de los espejos o cursos de agua, pocos como el Lago Strobel y su afluente, el Río Barrancoso, con sus maravillosas truchas.

El lago de renombre internacional Strobel, también conocido como Jurassic Lake, es un lago de aguas cristalinas de 65 kilómetros cuadrados ubicado en la provincia de Santa Cruz, con increíbles características biológicas y condiciones que permiten un crecimiento asombroso de la trucha.

Un ámbito famoso en todo el mundo y, probablemente, el mejor pesquero de trucha arcoíris salvaje que exista. En definitiva, un lugar único con un acceso un poco difícil pero que se fue facilitando con el correr del tiempo y la muy buena predisposición de los lodges que venden sus excursiones privadas.

Este increíble sitio ofrece no solo una pesca extraordinaria en el Strobel, sino también en el río Barrancoso, el único afluente del gran lago, así como la posibilidad de vivir excelentes jornadas en 15 espejos más pequeños, distribuidos por esta impresionante porción de la Patagonia Argentina.

Uno de los pioneros en llegar aquí y fomentar la pesca deportiva con una infraestructura adecuada fue, sin dudas, Jurassic Lake Lodge, donde vamos a encontrar todo lo necesario para pasarla muy bien y amigablemente con cantidad de pescadores que se acercan desde todo el mundo. Y hacia allí fue nuestro amigo Javier Koller, junto a un grupo de amigos, que nos trajeron reflejadas en fotos la magnífica experiencia que tuvieron con truchas gigantes, pescadas en su gran mayoría con equipos de flyfishing.

Los equipos ideales para este tipo de incursiones son los nro. 6 y nro. 8 con líneas de flote (se pueden llevar también las de profundidad), tanto para la pesca en el lago como en la desembocadura, pero atentos que ahí solo se permite el empleo de la modalidad sea fly. En cambio, en el lago se pueden utilizar equipos de spinning con cucharitas giratorias como señuelo preponderante.

Las moscas más utilizadas son streamers, ninfas y secas. Una vez llegado al lugar, Javier me contó que los recibió un clima un poco hostil pero nada que pudiera empañar lo que fueron a hacer: lograr las truchas arco iris más grandes.

Preparando sus equipos de mosca, conociendo a los guías que los iban a acompañar, llegaron los primeros lances pero antes de eso pudieron comprobar visualmente la cantidad de peces que hay en el lago, algo tremendo y una imagen pocas veces vista. Primero pescaron sobre el lago y al segundo o tercer casteo ya tenían clavada una trucha. Los que probaron con equipos de spinning y cucharitas como engaños también tuvieron su momento de gloria.

Así fueron transcurriendo los días y, según lo manifestado por estos buenos amantes de la pesca, “pescaron hasta cansar sus brazos”. Algo para destacar, en la desembocadura del Barrancoso no hay una trucha al lado de la otra sino que se podría decir que están amontonadas, algo realmente difícil de describir.

De hecho, algunos pescadores deportivos eligen alejarse del lugar y probar en otros lados porque, sinceramente, al ver tantas pero tantas truchas, les parece algo muy fácil de lograr. De nuevo, como para evitar problemas, en la desembocadura del Barrancoso no se pueden usar cucharas ni señuelos.

Definitivamente, el lugar donde se desarrolló esta verdadera aventura es un destino que deberíamos agendar e intentar ir con nuestros amigos. Créanme que este pesquero no tiene comparación con ningún otro donde se pueden obtener truchas.

 

Pezcalandia

Prensa & Difusión

www.tienda.pezcalandia.com.ar

Fuente: Weekend – Julio Pollero