El pez limón –
Biología y ecología
Se creyó durante mucho tiempo una especie cosmopolita de
aguas tropicales y templadas, sin embargo, debido en gran parte al crecimiento
de su cultivo a nivel mundial, hoy se cuenta con mayor conocimiento a nivel
genético y no se la confunde con otros miembros del género, siendo el pez limón
(Seriola lalandi) una especie de distribución exclusiva para el hemisferio sur
y sus océanos, predominando ampliamente en aguas subtropicales y templadas.
En el océano Atlántico se encuentra desde el sur de Brasil
hasta el norte de la Patagonia. Realiza grandes migraciones en su ciclo de vida
y a medida que aumenta de tamaño aumenta la distancia de sus migraciones. En su
ciclo estacional llega a Argentina desde Brasil y Uruguay en los meses más
cálidos del año. En el norte del país la especie es registrada con regularidad
desde fin de primavera hasta principios del otoño y en el extremo sur de su
distribución (Golfo Nuevo) principalmente en verano.
De todos modos, en la Patagonia ya existen registros en
pleno invierno y primavera, lo que sugiere que al menos parte de la población
pasaría actualmente el ciclo anual completo en el sur. Este proceso es un déjà
vu de lo que ocurrió con otras especies que aparecen cada vez más al sur y
pasan más tiempo allí, como el besugo que ya es residente en la Patagonia. Este
fenómeno, denominado tropicalización, es tomado como evidencia de cambio
climático.
Se asocia su presencia en Argentina con una intensa
actividad de alimentación. Se alimenta en su mayoría de peces pequeños
pelágicos y de arrecifes (anchoas, sureles, pejerreyes, papamoscas y
cocheritos) y en menor medida de crustáceos y calamares. Habitualmente otros
cardúmenes son su blanco preferido, y es común que utilicen estrategias de
captura, rodeando al cardumen de individuos presa y empleando un alto grado de
coordinación entre los individuos del grupo. Estos peces están más
especializados en la velocidad que en la fuerza, presentando gran desarrollo de
músculos mandibulares y de los órganos de los sentidos, siendo un cazador
visual neto.
Los sitios de reproducción son desconocidos por pescadores y
biólogos, aunque se cree que son áreas profundas y alejadas de la costa del sur
de Brasil, dado que los juveniles son registrados en áreas oceánicas formando
grandes cardúmenes. En el Mar Argentino se observan individuos desde su primer
año de vida entre 1 y 2 kilos de peso y 50 centímetros de largo (llegan a los
3-4 kilos y 80 centímetros a los 5 años de vida). Si bien no existen más datos
de edad y crecimiento para la especie en la región, la información efectiva
para otras poblaciones pone en contexto que los peces limón de gran tamaño son
longevos.
El estado de la población del Atlántico Sur es desconocido,
así como también se desconoce información básica (ciclos migratorios, áreas de
cría, etc.) para su manejo y conservación. Cabe aclarar que existen otras
cuatro especies similares de distribución más cálida que se registran hasta el
sur de Brasil: Seriola dumerili (Medregal Coronado – Olho de Boi –
GreaterAmberjack), Seriola Rivoliana (MedregalLimon – Remeiro-Almaco Jack),
Seriola fasciata (Medregal Listado – OlheteListrado -LesserAmberjack) y Seriola
zonata (Arabaiana Pintada –
BandedRudderfish), pero que no se han visto en Argentina.
Historia y actualidad
de la pesca del limón en Mar del Plata y Golfo Nuevo
Desde comienzos de la década del 40 se ha pescado pez limón
en las costas marplatenses. Principalmente se utilizó el arte de red de cerco
(introducida por pescadores de origen italiano), que tenía como blanco especies
pelágicas como la anchoíta y caballa y algunas de captura más irregular como el
bonito y el pez limón. Estas especies pelágicas viven normalmente en las capas
intermedias o superiores del agua y tienden a formar cardúmenes.
Por estas características, el arte de cerco (un tipo de arte
activo), constituye una herramienta de captura adecuada. Esta técnica
tradicional cercaba un cardumen de peces en la superficie, observando el
comportamiento del mismo y el desarrollo de la operación, sin ayuda alguna de
instrumentos hidroacústicos. El arrastre era realizado por dos lanchas, una vez
cercado el cardumen, ambas cerraban el cerco, una recuperaba la red y ponía la
captura abordo y la otra mantenía la red abierta. Las especies objetivo
mencionadas, incluida el pez limón, principalmente se utilizaban como materia
prima para el enlatado del “atún”. Actualmente, estas especies objetivo han
dejado de ser buscadas, por lo menos con estos medios y para estos fines. Nadie
podría imaginar hoy en día que una especie tan codiciada como el pez limón
termine en un enlatado.
Otro método para capturar limones, más casero pero muy
utilizado ha sido el arrastre con caña o simplemente con cabos de mano, de una
suerte de señuelos artificiales caseros, los llamados “fiocos”. Éstos son
confeccionados por los marineros con los elementos que más a la mano tienen,
pelos, plumas, dedos de guantes desflecados y un anzuelo. Cualquier tipo de
embarcación que se dirigiera al puerto de Mar del Plata en verano, y que
contara con este conocimiento y con algo de suerte, podía hacerse, aunque
esporádicamente, de una buena captura informal de limones. Las mayores capturas
frente a las costas de Mar del Plata se dan en el denominado “Banco de Afuera”.
En las últimas décadas existe una pesquería deportiva de
altura intensa durante toda la temporada sobre todo en afloramientos rocosos y
zonas de cambios bruscos de profundidad frente a la ciudad de Mar del Plata. Se
los busca en lanchas modernas hasta zonas muy alejadas de la costa usando
tecnología acústica que ayuda a las embarcaciones a localizar los cardúmenes.
Es la especie más refinada de las excursiones de pesca de
altura y se los tienta principalmente con dos técnicas de pesca con caña con
señuelo artificial, el trolling y el jigging. El trolling es la pesca de
arrastre de señuelos (fiocos modernos) desde una embarcación. El jigging es una
modalidad de pesca vertical que se practica entre los 30 y 250 metros, sobre
fondos con variaciones en su profundidad (arrecifes, bancos rocosos) y consiste
en arrojar un señuelo artificial directamente hacia el fondo, para
posteriormente recuperarlo a velocidad constante, simulando de esta forma una
posible presa, estos señuelos generalmente son metálicos o de plomo y presentan
una amplia gama de colores.
Las capturas de la pesca deportiva y en parte artesanal
nutren una oferta de la especie en restaurantes y pescaderías selectas de la
ciudad de Mar del Plata y Buenos Aires. El valor de esta especie supera al kilo
de asado de primera, lo que sustenta los esfuerzos y hace rentables muchas
salidas de pesca. La magnitud de esta pesquería es desconocida.
En la Patagonia la novela comienza en 1992 en “El Pedral”,
Golfo Nuevo, donde se produce la primera captura de la especie por parte de un
pescador de costa con carnada y anzuelo. El pueblo se entera por el periódico
local. Luego Oscar Wheeler inicia en Pardelas la historia de capturas de la
especie por parte de pescadores submarinos de la zona. Estas primeras capturas
y las que siguieron llamaron la atención (o a la envidia) por el tamaño de los
ejemplares (hasta 30 kg) y fueron esporádicas los primeros años. En la última
década las capturas fueron cada vez más frecuentes y realizadas por un número
cada vez mayor de pescadores submarinos en la margen norte del Golfo Nuevo (ver
mapa), principalmente entre enero y febrero.
Esta fiebre por los limones se palpita en Puerto Pirámides
donde, cuando el clima lo permite, salen las embarcaciones de pescadores
submarinos que tratan de encontrase con los limones entre Playa Pardelas hasta
la boca del Golfo Nuevo. La técnica por excelencia es la espera en “aleros”
rocosos de entre 15 y 25 metros de profundidad. El buzo se sumerge con el aire
de sus pulmones y arpón en mano espera inmóvil en el fondo que este pez “de
pasada”, no solo pase, sino que la curiosidad lo haga acercarse a dar un
vistazo. Solo unos pocos pescadores suelen tener capturas regulares,
registrándose en algunos casos hasta 15 ejemplares en una embarcación, aunque
el promedio son solo algunos ejemplares y en la mayoría de los intentos no se
consigue nada. Más allá de estos datos y observaciones no se cuenta con datos
del número de lanchas ni de pescadores submarinos afiebrados por el limón.
Desde las temporada de 2016 en la Patagonia además de
registrarse mayor abundancia y regularidad en las apariciones de la especie, se
registraron cardúmenes de ejemplares medianos y chicos (entre 4 y 10 kg),
similares a los tamaños que se capturan en la provincia de Buenos Aires.
También se registraron cardúmenes en épocas invernales en los muelles de la
ciudad de Puerto Madryn, Bahia Cracker, boca del golfo y el Doradillo (Irigoyen
datos sin publicar). En este contexto, a fin de primavera de 2020-21 y 22 se
registraron capturas de la especie por parte de pescadores artesanales en playa
Colombo, golfo Nuevo. En 2020 se produjo la primera redada, que parecía un
milagro difícil de repetir.
Una especie rápida, de zonas profundas y de zonas alejadas
de la costa de pronto es capturada en playas someras de arena por rederos de
costa en embarcaciones diminutas, y a remo. Buscaban pejerrey y llevaron limón.
La primera redada histórica fue de casi 50 ejemplares (primera y única de
2020). Luego en 2021 dos equipos de pescadores distintos lograron su redada que
aunque más modesta venían a decir que no había sido suerte lo del 2020.
Finalmente, en lo que va del 2022 estos equipos volvieron a repetir en total 5
redadas similares.
Cultivo
Su altísima valoración gastronómica actualmente lo vuelve
una promesa como especie de cultivo en la región. El programa de Maricultura
del INIDEP de la ciudad de Mar del Plata viene trabajando con esta especie
desde el 2016. Se logró por primera vez cerrar su ciclo de cultivo en Argentina,
incluyendo captura de reproductores salvajes (provenientes de los bancos frente
a Mar del Plata y del banco de pez limón), aclimatación al cautiverio,
reproducción y desove por estímulos naturales (sin el uso de hormonas), cultivo
de larvas, y engorde exitoso de esa progenie hasta llegar a los 3 kilos
La tecnología de cultivo utilizada, los sistemas de
recirculación para la acuicultura (RAS), permiten un desarrollo del cultivo
libre del uso de antibióticos y antiparasitarios. Con grandes empresas del sector
pesquero, agrícola y gastronómico ya interesadas, el INIDEP se encuentra en los
pasos previos a la transferencia de esta tecnología al sector privado, lo que
permitirá a posteriori contar con pez limón de cultivo premium durante todo el
año, cumpliendo con una demanda actual insatisfecha de la especie tanto en los
mercados nacionales como internacionales. Brasil y Uruguay no registran
desarrollos en el cultivo de esta especie, lo que posiciona a Argentina como
pionero en la materia para el Atlántico Sud-Occidental, abriéndose una ventana
de oportunidad sustancial para el desarrollo explosivo de la actividad en el
país en los próximos años.
Manejo
El valor cultural y comercial de la especie para nuestro
país es claro. Por el momento tenemos más preguntas que respuestas sobre la
especie, cerramos con algunas: ¿Cuál es la ruta y ciclo migratorio? ¿Qué
abundancia tiene en nuestro país? ¿Cuál es la captura de pescadores deportivos
y comerciales (cañofilos, submarinos, rederos, etc.) actual e histórica? ¿Podría
ser un recurso compartido con Uruguay y Brasil? ¿Sólo se reproduce en Brasil?
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Fuente: BACAP