Nima Rinji Sherpa alcanzó la cumbre del Shisha Pangma de 8.027 metros de altura (26.335 pies) del Tíbet el miércoles por la mañana, completando su misión de estar en el pico más alto del mundo.
“Ha alcanzado la cumbre esta mañana. Ha entrenado bien y estoy seguro de que lo conseguirá”, dijo su padre, Tashi Sherpa.
Los 14 “ochomiles” se consideran cumbres de las ambiciones de alpinismo. Los montañeros cruzan la “zona de la muerte”, donde no hay suficiente oxígeno en el aire para sustentar la vida humana durante largos períodos de tiempo.
“Esta cumbre no es sólo la culminación de mi viaje personal, sino un homenaje a cada sherpa que se ha atrevido a soñar más allá de los límites tradicionales establecidos para nosotros”, comentó Sherpa en un comunicado.
“El montañismo es más que un trabajo, es un testimonio de nuestra fuerza, resiliencia y pasión”.
Sherpa no es ajeno a las montañas, ya que proviene de una familia de alpinistas que ostentan récords y que ahora también dirigen la empresa de expediciones de montañismo más grande de Nepal.
El récord anterior lo ostentaba otro escalador nepalí, Mingma Gabu ‘David’ Sherpa. Lo logró en 2019 a la edad de 30 años.
Nima Rinji Sherpa, que ya ostenta múltiples récords al escalar docenas de picos, comenzó a escalar grandes altitudes a la edad de 16 años escalando el monte Manaslu en agosto de 2022.
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En junio de este año, había escalado su decimotercera montaña, Kanchenjunga, la tercera más alta del mundo.
“Es un momento de orgullo para nuestro país”, dijo a la AFP Nima Nuru Sherpa, presidente de la Asociación de Montañismo de Nepal.
“Nima rompió todos los estereotipos y su éxito envió el mensaje de que nada es imposible si tienes determinación”.
Los escaladores nepalíes, generalmente sherpas étnicos de los valles que rodean el Everest, son considerados la columna vertebral de la industria de la escalada en el Himalaya.
Transportan la mayoría de las herramientas y alimentos, arreglan cuerdas y reparan escaleras.
Como partidarios de los escaladores extranjeros en la sombra, poco a poco se les está reconociendo por derecho propio.
En 2021, un grupo de escaladores nepalíes realizó el primer ascenso invernal del K2, el segundo pico más alto del mundo: la notoriamente desafiante “Montaña Salvaje” de 8.611 metros (28.251 pies) en Pakistán.
En junio de este año, había escalado su decimotercera montaña, Kanchenjunga, la tercera más alta del mundo.
“Es un momento de orgullo para nuestro país”, dijo a la AFP Nima Nuru Sherpa, presidente de la Asociación de Montañismo de Nepal.
“Nima rompió todos los estereotipos y su éxito envió el mensaje de que nada es imposible si tienes determinación”.
Los escaladores nepalíes, generalmente sherpas étnicos de los valles que rodean el Everest, son considerados la columna vertebral de la industria de la escalada en el Himalaya.
Transportan la mayoría de las herramientas y alimentos, arreglan cuerdas y reparan escaleras.
Como partidarios de los escaladores extranjeros en la sombra, poco a poco se les está reconociendo por derecho propio.
En 2021, un grupo de escaladores nepalíes realizó el primer ascenso invernal del K2, el segundo pico más alto del mundo: la notoriamente desafiante “Montaña Salvaje” de 8.611 metros (28.251 pies) en Pakistán.
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Fuente: Ucodigital
