Los estudios muestran una tendencia decreciente de biomasa, biomasa desovante y reclutamiento.
El escenario afecta seriamente el potencial reproductivo del recurso. Circulan propuestas de recuperación.
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Varios indicadores señalan la delicada situación de la especie.
La pescadilla de red se suma al pez ángel, gatuzo, rayas y otros recursos costeros que vienen mostrando signos de fragilidad biológica a partir de un creciente nivel de explotación pesquera.
Así lo revela el Informe Técnico 30/08, elaborado por Claudio Ruarte y Aníbal Aubone, del programa Pesquerías de Peces Demersales Costeros en el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (Inidep).
“Los análisis muestran una tendencia decreciente de biomasa, biomasa desovante y reclutamiento en el período 2001-2007, evidenciándose una gran pérdida de potencial reproductivo”, describe el trabajo al que tuvo acceso Pescare.com.ar.
Como muestra, vale señalar que entre 1995 y 2006 el efectivo norte (ubicado al norte del paralelo 39º sur) sufrió una disminución aproximada de biomasa total del 80 por ciento.
“Se considera que a comienzos de 2008, la situación del efectivo norte se encuentra afectada por la pesca, con una tendencia media decreciente en el reclutamiento y en la biomasa total”, agrega el texto.
Sin campañas
De cualquier manera, en este último caso se trata de una presunción ya que durante 2007 y por diferentes causas los científicos no pudieron realizar evaluaciones sobre la especie.
El dato no es menor teniendo en cuenta que dentro del llamado “variado costero” la pescadilla es uno de los recursos más importantes por su abundancia y peso comercial.
En 2007, los desembarques en la Argentina alcanzaron las 15.395 toneladas (9.844 al norte del 39º y 5.417 al sur). En tanto, Uruguay declaró 7.317. Es decir, entre ambos acumularon 22.500 toneladas aproximadamente.
A propósito del país vecino, los pocos y antiguos datos que llegan de allí tampoco son alentadores: “Estudio realizados en Uruguay para el período 1986-1996 permite concluir que existe una disminución de los rendimientos pesqueros”, apunta el informe.
Después, agrega: “…Las capturas sobrepasaron a las máximas sostenibles, por lo que la pescadilla de red al norte de los 39º estaría sujeta a una explotación excesiva”.
En el caso de Brasil, hasta donde se extiende el área de distribución de la pescadilla, los investigadores locales sostienen que las tasas de explotación están por encima de lo sostenible y hablan de riesgo de colapso.
Medidas de recuperación
Respecto a las medidas generales de recuperación, desde el Inidep sostienen la necesidad de retomar y extender las campañas, aplicar dispositivos selectivos en la flota costera e incorporar observadores tanto abordo como en puntos de desembarque.
Además, para el área norte sugieren específicamente regular las capturas: “Se recomienda la regulación de una talla mínima de captura (…) y fuertes restricciones a la pesca para recuperar la biomasa desovante en el corto plazo a un valor mayor o igual a 47 mil toneladas”, afirman.
Esto implica, entre otras cuestiones, extender a todo el año la veda de verano. Luego, también piden mantener la veda de marzo a noviembre al sur del 39º para proteger la actividad reproductiva.
Fuente Inidep y Pescare