lunes, 17 de noviembre de 2008

Orientación

En lo que respecta a la "Orientación" y a la "Navegación terrestre" como técnicas, ambas se pueden realizar por medio de métodos "diurno" como "nocturno", entre otros anexos. Un método de orientación diurna "natural" es aquel que procede de la observación empírica de las distintas posiciones que diariamente ocupa el sol durante su movimiento, para conocer el eje Este-Oeste y así trazando una línea perpendicular en forma imaginaria o en el terreno, se podrá establecer la línea o eje Norte-Sur. De esta forma, si por razones de una emergencia, un grupo de personas se encuentran en una situación de supervivencia, teniendo ese conocimiento, estarían en condiciones de determinar los puntos cardinales y por ende, sabrán hacia que dirección dirigirse con mas exactitud. Si un grupo de ciclistas se encuentran perdidos en una ruta por no contar de una brújula y un mapa del lugar para orientarse durante la noche, una forma de conocer la ubicación de los puntos cardinales es mediante la identificación de la posición espacial de una conocida constelación en nuestro hemisferio sur. Se trata de la "Cruz del Sur", que por la distribución de las estrellas que la componen indicará aproximadamente el Polo Sur Geográfico (no confundirla con la falsa Cruz del Sur). A partir de la determinación de los puntos cardinales, se estaría en condiciones de hacer la respectiva "navegación nocturna". Precauciones y razones para aplicar un método de Navegación Nocturna. Si un grupo de personas se encuentra en medio de una situación de supervivencia o varios equipos de corredores de carreras de aventuras están compitiendo en un evento deportivo o realizando una actividad deportiva similar, puede suceder que necesiten orientarse durante la noche en un terreno agreste y hostil para seguir una dirección determinada y encontrar un objetivo buscado. Es entendible y aceptable que ellos desarrollen una "navegación nocturna" (una travesía en el terreno), de acuerdo a las necesidades de una emergencia o a lo requerido por los organizadores de una competencia deportiva en un medio ambiente particular. En cambio, existen otras situaciones donde no se debería "navegar durante la noche" en un terreno agreste, hostil y al que se desconoce probablemente sus características físicas. De ser así, entrarían en escena la combinación de los peligros objetivos (de origen natural como geofísico y meteorológico) y los peligros subjetivos (inherentes al rol del hombre, factores del orden físico, psíquico y moral).
Si no se conoce un lugar durante el día, no es prudente que sin esa experiencia previa se realice una "navegación nocturna", salvo que los organizadores de un evento deportivo indiquen a los equipos participantes que deban recorrer un determinado circuito de varios kilómetros, a cualquier hora del día o simplemente, por una situación de supervivencia. El fundamento científico acerca de porqué se debe realizar una navegación diurna antes que una nocturna, es la siguiente: durante las horas de luz, se puede observar el color natural o artificial del terreno, su ubicación y profundidad espacial respecto a la propia posición que como orientadores y navegantes ocupamos en un terreno. Es la mente la que recibe, analiza y desarrolla conclusiones de esa información recibida respecto de los objetos que observamos, en esta precisa situación. Si se desea navegar durante la noche en un terreno desconocido, se puede acarrear dificultades debido a que el ojo humano no está apto para percibir el color y la ubicación espacial de los objetos por sortear en poco tiempo, teniendo en cuenta el tipo de actividad que se efectuará.
Exponerse al ejercicio de una navegación nocturna en un terreno desconocido, es exponerse uno mismo a los peligros propios que presentan las zonas agrestes y hostiles. El acostumbramiento de la vista durante la noche, requiere de un prudencial tiempo de adaptación del ojo humano a la oscuridad. Para que el ojo pueda ver en la oscuridad, se debe disponer de demasiados minutos de permanencia en esta, dando tiempo a las células de bastones para la producción de suficiente rodopcina (pigmento de la retina, indispensable para la visión) para activarse y permitir al ojo distinguir objetos naturales con escasa visibilidad. Para fortalecer lo anteriormente escrito, citamos un ejemplo sencillo: el instructor de vuelo de una aerolínea comercial, enseña a su alumno a piloto a volar la aeronave utilizando rutas aéreas durante horas diurnas. Cuando ese aspirante haya adquirido ese conocimiento, solvencia y se haya familiarizado con esa ruta aérea durante el día, el instructor le enseñará a hacer la navegación aérea nocturna o técnicamente hablando, a volar por instrumentos. Lo mismo ocurre en tierra, aunque el individuo esté equipado con una linterna frontal para desplazarse en un medio natural. Desviándonos un poco del tema de la Orientación, en el caso de una supervivencia en zonas de amplitud térmica elevadas durante el día como en un terreno característico de desierto, en la teoría se recomienda al eventual sobreviviente, a navegar o caminar durante la noche por razones del aprovechamiento de las bajas temperaturas nocturnas y con el propósito de evitar un mayor cansancio corporal.
En ese preciso caso, no se necesita orientarse y navegar en forma diurna primero, precisamente por la situación particular que se está viviendo.
En los recientes cursos que dictamos en Pezcalandia destacamos que es fundamental que el trekker, el campamentista, el montañista, el corredor de carreras de aventuras, el explorador u otros comprendan que para saber orientarse, primero deben conocer algunos conceptos básicos sobre este importante tema.
Particularmente, en los cursos de "Cartografía, Orientación y Navegación Terrestre" y "Supervivencia" que dicto, los alumnos aprenden en profundidad a diferenciar el concepto de Orientación y Navegación Terrestre, especialmente, la nocturna. En algunas carreras de aventuras, sus organizadores exigen a los participantes tener conocimiento previo sobre orientación, para partir de la largada, llegar a diferentes PCs y arribar al final de una carrera valiéndose de una brújula y un mapa/carta topográfica, para obtener mejores resultados. Mi consejo es que el aventurero o deportista, debería también adquirir o tener al menos un poco de conocimiento sobre el uso de un mapa, una carta topográfica, una brújula, un receptor satelital GPS y saber emplear los métodos de "Orientación y Navegación Terrestre", antes de salir al terreno.
Gabriel Esquivel
Director de NORTHLATITUDE
Staff PEZCALANDIA
Instructor de cursos de Supervivencia y Orientación