Pezcalandia reveló éstos contenidos de interés para la comunidad y el sector en general.
Dos gigantes intimidan a los visitantes de El Chaltén, en Santa Cruz, y sólo reservan el abordaje de sus abruptas paredes a los escaladores expertos: el cerro Fitz Roy (el mítico "Chaltén" de los originarios tehuelches) esconde entre las nubes su cumbre de 3.375 metros y el Torre lo imita con su cuerpo de 3.100 metros.
Sin embargo, la variedad de circuitos autoguiados accesibles tanto para avezados como para principiantes permite a todos disfrutar de las magníficas imágenes de esos emblemas de la Cordillera, al menos desde la base y en senderos que trepan las laderas. A tal punto es posible desarrollar caminatas gratuitas alrededor de la localidad fundada a las apuradas en 1987 a pasos de la frontera con Chile, que El Chaltén ganó fama como "Capital nacional del trekking". La fiesta nacional de esta actividad es el gran momento del año que esperan los pobladores y sus huéspedes. Este año se celebrará el 18 de marzo. Calles de tierra y casas de estilo alpino -y los cerros como fondo permanente- conforman la imagen característica del pueblo cercano al lago Viedma.
La imponencia de la montaña se aprecia con nitidez desde el camino que corre entre bosques de lenga y arroyos trasparentes a la par del río de las Vueltas, en dirección al lago del Desierto. Un itinerario de cinco kilómetros conduce al Chorrillo del Salto, la cascada de 20 metros de altura que quiebra bruscamente el curso de un arroyo. Otras rutas de escasa dificultad llevan al mirador del glaciar Piedras Blancas y a la laguna y glaciar colgante Huemul. Tras un recorrido de dos horas, el Fitz Roy se abre impecable a los ojos desde la orilla de la laguna Capri. Para acercársele aún más, conviene regular el desgaste físico durante cinco horas, hasta alcanzar el campamento base Poincenot, un refugio que surge oportuno junto a la laguna De los tres.
La naturaleza presenta aquí un marco tan agreste que invariablemente sacude todos los sentidos.
Recompensa por igual a quien lo disfruta de a pie, en una cabalgata, una escalada exigente o navegando plácidamente un lago.
Fuente: Clarín
Photo Dam Heller