Recibimos en Pezcalandia el envío de algunas de las últimas capturas del lobo de Mar, y de esta forma le rpesentamos las imagenes y un buen tip de neustro referente y colaborador en la zona.
Quisiera en algunas breves palabras, dar algunos consejos útiles para los que suelen embarcarse y se marean, o bien para aquellos que no se embarcan precisamente porque creen que se van a marear.
La experiencia de trabajar durante años como guía de pesca embarcado, el contacto permanente con pescadores, y mi inquietud para explicar este trastorno temporal en algunas personas, (digo en algunas personas, porque no es una regla general que todo aquel que se embarca, se marea), me ha motivado a investigar al respecto, para hacer que esta actividad sea más placentera en algunos.
Ante todo es importante saber, que la palabra mareado, el adjetivo mareado, deviene del sustantivo mar. ¿Que pretendo decir con esto?, el mismo no es un dato menor, puesto que uno no dice que se encuentra riado, cuando pierde el equilibrio y se encuentra en el río, o laguneado cuando se está en una laguna y se siente mal. Generalmente se dice que esa persona está mareada.
Pero además sostengo que no es un dato menor el concepto de mareado, porque bien uno pudo embarcarse en el río o en una laguna y no marearse, y sin embargo cuando se embarca en el mar, sí. Al respecto de esto último más de uno me daría la razón, y si sabemos qué es, y por qué ocurre, tal vez lo podamos evitar en gran medida.
Según el diccionario de medicina, el estar mareado es: “trastorno del sentido de equilibrio caracterizado por una sensación de movimiento rotatorio del cuerpo o de los objetos que lo rodean. [...]¸ ( o bien), sensación de inseguridad y miedo a precipitarse desde una altura, al acercarse al borde de esta o a veces al ver acercarse a ella otra persona o simplemente al imaginarse que uno se pudiera acercar”. Si se lee atentamente la definición, notamos que hay un aspecto físico, y otro psíquico.
Es cierto que en el mar todo se mueve arriba de una lancha (físico), pero también es cierto que he logrado que algunas personas no se mareen haciendo que piensen en otra cosa, que se distraigan, o bien que se concentren en la pesca hasta que se acostumbren al movimiento (psíquico).
Al respecto de esto último, los marineros, aquellos que se embarcan durante meses sin pisar tierra, se acostumbran tanto al movimiento, que muchos se marean cuando llegan a puerto. Por tanto, todo parece indicar que el mar, nos produce un mareo, pero también que lo podemos evitar de algún modo y hacer de ese día de pesca, un día bien placentero.
Ahora bien, el mareo se produce por la afección transitoria de los llamados “conductos semicirculares” del oído interno, los mismos, que se encuentran llenos de líquido, son los responsables de mantener el equilibrio y de informar al cerebro la posición en el espacio, pero cuando estamos embarcados, el movimiento hace que se produzcan cambios en el líquido de los conductos, y por consiguiente la señal al cerebro sea distinta. También se pierde el equilibrio, aunque parezca mentira, por el tacto y la visión.
Con respecto al tacto, al no tener nada fijo de donde sujetarse en la embarcación, es decir algo que no se mueva en conjunto con la embarcación, uno se termina mareando por todo lo que explique anteriormente, en este sentido algo que se puede hacer para que pase el mareo, es colocarse un chaleco salvavidas, atarse a la embarcación y arrojarse al costado de la lancha. (cuando uno realiza esta operación, alguien arriba de la lancha debe estar bien atento a la persona que está en el agua –a no olvidarse de esto, puesto que es una operación riesgosa-).
Otro aspecto que también favorece al mareo es la visión.
El hecho de tener que mirar algo fijo dentro de la embarcación, como ser encarnar, sacar las piezas, etc., o leer en la embarcación, también produce mareo. En este caso, es recomendable, ni bien surge una sensación de mareo, refrescarse la cara con agua de mar, y mirar hacia el horizonte.
Fijar la atención en el horizonte, nos recupera esa pérdida de equilibrio producida en ese caso con la visión.
Otro de los aspectos desencadenantes en mareo es la ingesta de alimentos.
Un error común es no comer nada antes de embarcarse. Al respecto, tener el estómago vacío estando embarcados nos descompone, es por eso que en el caso de embarcarse en la mañana, conviene siempre desayunar algo liviano antes de salir a navegar. No es recomendable desayunar con café o mate, puesto que ambos son estimulantes del sistema nervioso, y tampoco es recomendable la ingesta de alcohol la noche anterior de embarcarse, lo mismo que una cena pesada. Tampoco es aconsejable fumar arriba de la embarcación, puesto que también estimula el sistema nervioso. Otro aspecto que a veces desencadena en mareo es el cansancio o el stress que uno lleva a la hora de embarcarse.
A propósito del mareo, hay medicamentos de venta libre en las farmacias para superar este malestar, pero siempre va a ser mejor consultar con algún médico antes de tomarlos. Con respecto a los medicamentos, siempre se aconseja comenzar a tomarlos la noche anterior a embarcarse para que hagan buen efecto, y los mismos suelen ser eficaces en la resolución y prevención de los síntomas.Hay que recordar ante todo que no todas las personas que se embarcan, se marean. Son las menos. No obstante, la idea central era que tuvieran un panorama sobre qué es lo que podemos hacer, y qué es lo que no podemos hacer en el momento de embarcarnos, para pasarla mejor.
En estas situaciones siempre es aconsejable escuchar al capitán de la embarcación, porque de seguro podrá siempre dar un buen consejo al respecto. El primero seguramente sería que respire profundo y se relaje, y el segundo que se recueste sobre la popa de la embarcación (lugar cuyo movimiento es menor, y ayuda recuperarse del mareo).
Eduardo F. Cañueto
Guia de pesca
Para Pezcalandia