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El curso-taller, organizado por la Fundación Moisés Bertoni y la Fundación Proteger, contó con la participación de pescadores artesanales de la isla Yacyretá (Paraguay) y de la isla Apipé Grande (Argentina), e integrantes de agrupaciones locales como la Asociación de Pescadores Profesionales y la Junta Comunal de Vecinos de la Isla Yacyretá.“La ventaja sustancial del monitoreo comunitario, además de ser un registro los 365 días del año, es que involucra a los pescadores artesanales responsables, que buscan una pesca sustentable”, destacaron los organizadores.
Las islas y aguas río abajo de la represa Yacyretá, en el Paraná, son un extraordinario reservorio de diversidad biológica y cultural que urge preservar.
Con la participación de unos cincuenta pescadores artesanales de la isla Yacyretá (Paraguay) y de la isla Apipé Grande (Argentina), e integrantes de agrupaciones locales como la Asociación de Pescadores Profesionales y la Junta Comunal de Vecinos de la Isla Yacyretá, tuvo lugar en la sede del proyecto de jóvenes y turismo, el Curso - Taller sobre Monitoreo Comunitario de la Pesca, organizado por la Fundación Moisés Bertoni, con sede en Asunción y la Fundación Proteger, con sede en Santa Fe, Argentina.
Las islas se encuentran a corta distancia aguas abajo de la represa binacional argentino-paraguaya de Yacyretá que comenzó a funcionar en 1994 y han sido declaradas áreas naturales protegidas. La isla Yacyretá está conectada a la costa paraguaya mediante un puente sobre el brazo Aña Cuá del río Paraná, que lleva a la cercana ciudad de Ayolas.La capacitación conducida por Julieta Peteán, de PROTEGER, además de brindar un panorama sobre las características de las pesquerías de grandes ríos, orientó a los futuros monitores y monitoras de las comunidades en la obtención de datos clave como por ejemplo qué, cuánto y dónde se pesca, cómo son las tallas, observaciones ambientales, temperatura del agua y altura del río, entre otros datos que serán registrados.La iniciativa del monitoreo comunitario en diferentes puntos de la Cuenca del Plata es parte de la propuesta de que las asociaciones de pescadores artesanales generen y manejen información propia y científicamente confiable, capacitándose no sólo en el registro de datos sino para poder interpretar los resultados, y para lograr además ser actores reconocidos en los ámbitos de toma de decisiones sobre el presente y el futuro de la pesca –consignaron los organizadores.La Isla Yacyretá, que alberga a una comunidad de más de 400 personas, se encuentra en territorio paraguayo aguas abajo del cierre frontal de la represa Yacyretá. Luego de la instalación de la hidroeléctrica, que dejó bajo agua más de la mitad de su superficie, se ha convertido en un área natural protegida propiedad de la Entidad Binacional Yacyretá.“La comunidad de la isla, formada por familias de muy escasos recursos, vive casi exclusivamente de la pesca artesanal, no sólo porque ésta ha sido su ocupación tradicional por generaciones, sino también por las restricciones para las actividades agropecuarias, tanto por ser un área protegida como por la poca aptitud de sus suelos”, indicó Lucía Bartrina, del programa de iniciativas privadas de conservación de la Fundación Moisés Bertoni.“Las condiciones de la pesca son cada vez menos favorables debido a la disminución de las poblaciones de peces provocada por la instalación de la represa, la sobrepesca, la contaminación de las aguas y la modificación de los ecosistemas, entre otros factores. A eso hay que sumarle las dificultades para generar opciones de reinserción laboral en un segmento de la población que se caracteriza por los bajos niveles educativos, condiciones de vida precarias y dispersión en el territorio. Por este motivo urge la generación de actividades alternativas a la pesca con fines comerciales”, dijo Bartrina.“La Fundación Moisés Bertoni trabaja con la comunidad de la Isla Yacyretá y de la Isla Apipé Grande para encontrar soluciones a este problema. Con los líderes de las organizaciones más representativas realizamos gestiones con las autoridades paraguayas y argentinas en la búsqueda de implementar un programa de turismo de pesca con devolución en la Reserva Íctica aguas abajo de la represa. El programa tenderá a potenciar los objetivos del área protegida y generar oportunidades para las comunidades aledañas en el manejo y conservación de la misma, siguiendo lineamientos internacionales como la Declaración de Bariloche o el Plan de Acción de Durban” –especificó.La Isla Apipé Grande, con una superficie de unas 30.000 hectáreas, está protegida bajo la categoría de Reserva Natural Provincial. Se encuentra en el departamento Ituzaingó, en la provincia argentina de Corrientes, al norte de la ciudad del mismo nombre y a 2 km aguas abajo de la represa de Yacyretá.Se ubica entre los km 1.410 y 1.460 del Paraná, donde el río se abre en dos brazos, el San José Mi, que pasa frente a San Antonio, municipio de la isla y el brazo principal que pasa frente a la ciudad de Ituzaingó en territorio continental. En su interior existentes grandes cuerpos de agua, como las lagunas Cambá Cué y Hermosa, donde se han detectado algunas especies nuevas para la ciencia.Los primeros colonos europeos llegaron a esta región con la expedición de Gaboto en 1.544. Actualmente son casi tres mil personas distribuidas en cuatro asentamientos: San Antonio, Monte Grande, Puerto Araza y Colonia Uriburu.Unida a la ciudad de Ituzaingó y a las islas vecinas de Argentina y de Paraguay mediante embarcaciones, muchos de sus habitantes se dedican a actividades ligadas al río, como la pesca artesanal, como guías de pesca y en incipientes emprendimientos turísticos. Una delegación de pescadores artesanales participó del curso – taller.“La ventaja sustancial del monitoreo comunitario, además de ser un registro los 365 días del año, es que involucra a los pescadores artesanales responsables, que buscan una pesca sustentable.
En este caso la capacitación fue solicitada por las comunidades de las islas Yacyretá y Apipé Grande, lo cual es un claro indicador de preocupación e interés por el futuro de la pesquería”, dijo Julieta Peteán, del programa de humedales y pesca de PROTEGER.“Esta propuesta, que se desarrolla en un área tan importante para la biodiversidad de los dos países (Paraguay y Argentina) con la Fundación Moisés Bertoni, recoge la innovadora experiencia que PROTEGER viene implementando con diferentes comunidades ribereñas de la Cuenca del Plata hace más de 2 años”, puntualizó Peteán.La Fundación Proteger mantiene en el litoral fluvial argentino un programa que busca que las comunidades de pescadores generen registros permanentes sobre los peces y la pesca.
“De esta manera no sólo tienen en sus manos la información producida, sino que la misma sirve de apoyo a la gestión gubernamental, a la implementación de políticas locales o regionales para el manejo sustentable de los recursos pesqueros y a una mejora en la calidad de vida de las comunidades ribereñas”.
Fuente y Photo Fundación Proteger.