La zona en la que montemos la tienda debe estar seca, libre de piedras y de arena y ser compacta, sin hierbas altas o arbustos.
Así las piquetas quedarán bien clavadas, ya que en la arena se soltarían al primer golpe de viento, mientras que en la piedra se doblan y no se clavan.
Antes de comenzar con la instalación de la tienda hay que limpiar a conciencia y alisar con una azada pequeña la parcela donde se vaya a colocar. Nuestra espalda lo agradecerá. Durante el montaje de la tienda no olvide que los vientos y las piquetas deben guardar una simetría lo más exacta posible. Si la tensión de las paredes de la tienda no es uniforme se corre el riesgo de que se desgarre la tela.
Además no sería eficaz ante la lluvia y el viento.
El viento es uno de los elementos más dañinos ya que puede estropear la estructura de la tienda, por lo que conviene protegerla del impacto directo mediante algún tipo de vegetación o algún elemento que actúe de cortavientos.
De esta manera, si el viento incide en un ángulo de 45º, se reduce de forma considerable su fuerza.
Si monta la tienda en las horas de más calor no tense demasiado los vientos, ya que la humedad nocturna produce una fuerza de tensión y, si ésta es excesiva, se pueden romper las cuerdas, salirse las piquetas o desgarrarse el doble techo.
Todos los días deberemos ajustar los vientos de la tienda para evitar que la tienda y su estructura se deformen.
Cuando desmonte la tienda compruebe que no esté húmeda o sucia. Si no la guarda seca el moho la puede dejar inservible. No barra la tienda, la suciedad raya la cobertura y se puede desgarrar. Sacuda bien la tienda y, después, pase sobre ella un paño suave.
Por Via Carlos Sibile
Para Pezcalandia
Fuente Caravan del Sol