miércoles, 17 de marzo de 2010

Salada de Monasterio

En Pezcalandia damos difusion a este relato, ya que la incorporacion de los chicos de corta edad en esta pasión es importante para nosotros, aquí algunas imágenes y el relato del matutino El dia.
Antes de la salida-Organizar
Realice unos llamados telefónicos un varias lagunas de la zona para saber cómo se presentaba el inicio de la temporada del pejerrey. Las respuestas fueron muy satisfactorias, porque en todas hubo respuestas más positivas que con excelentes augurios para la pesca de esta especie en los espejos de agua cercanos.
Sabiendo esto y sin perder tiempo me comuniqué con Eugenia, encargada del pesquero de la laguna Salada de Monasterio, quién me comentó que el pique estaba bueno pero que para poder lograr la cuota había que "trabajar un poco".
Para llegar a este espejo de agua hay que tomar la Autovía 2, hasta cruzar el arroyo Chis Chis, tomar el retome y al llegar al kilómetro 144, nos desviamos hacia la derecha y después de 8 kilómetros de tierra, llegamos al pesquero (en caso de lluvia llamar por teléfono porque el camino se hace intransitable).
Al llegar nos recibió Eugenia, nos comentó y recalcó, que solamente se permiten motores de hasta 15 hp, sin excepción; en caso de ir con motores de mayor potencia no se los deja ingresar.
CONDICIONES DE LA LAGUNA
Ya en la costa vimos que la laguna tiene un poco de gambarusa, pero luego de unos metros, se navega con normalidad. La profundidad actual promedio es de un metro veinte.
Una vez navegando y buscando la zona de pesca, veíamos muchos pejerreyes en la superficie, los que al pescarlos eran de pequeño porte; fue por esa razón que decidimos buscar los más grandes entre los juncos.
Para hacer esta pesca hay que ingresar a los juncales a remo, sin hacer mucho ruido para no asustar a los pejerreyes.
Anclamos y armamos los equipos: cañas telescópicas de 4 metros, relees frontales, líneas armadas con 2 boyas para poder trabajarla mejor dentro de los juncales; anzuelos Mustang 1687 número 2; la carnada fue mojarra (provista por "El Repollo ", puesto ubicado en el Km. 113 de la Autovía 2) y filete de dientudo fresco.
Resulta de la mayor importancia llevar una zonda para calibrar bien las brazoladas, ya que la pesca la realizamos a 5 centímetros del fondo.
En esta modalidad de pesca los piques se dan enseguida pero de no ser así, hay que cambiar de lugar haciendo el menor ruido posible.
En nuestro caso, una vez arrojadas las líneas al agua, los piques fueron inmediatos, con portes de 25 a 40 cm, muy fuertes y peleadores, como también algunos dientudos de gran tamaño.
Las horas de pesca fueron pasando y fuimos recorriendo distintos puntos del espejo de agua; luego de llegar a cumplir la cuota, que en esta época del año es de 25 piezas de medida por pescador.
Fuente: El Día
Photo Pezcalandia