Los
deshechos que producimos derivados de nuestra actividad económica y vital, se
encuentran en todos los niveles de la
Tierra , e incluso del espacio. Parece que nuestro legado a
las futuras generaciones, serán toneladas de basura dispersas por doquier… ¿de
verdad es eso lo que queremos?
¿Qué
es la basura espacial?
Se denomina basura espacial a todo objeto
artificial presente en las órbitas terrestres y que ya está en desuso. Esta
basura está formada por satélites que ya cumplieron su vida útil, cohetes y fragmentos
de ellos derivados de colisiones y explosiones, miles de
pedazos de aparatos desprendidos por diferentes causas y objetos provenientes
de la actividad de los astronautas fuera de las naves o desechos originados en
las propias estaciones espaciales.
Estos elementos de basura espacial constituyen un verdadero peligro para las
expediciones científicas debido a las elevadas velocidades a
las que se mueven.
La
situación sólo podrá mejorar si se realizan esfuerzos coordinados y
sistemáticos para prevenir el riesgo de impactos. Ante este contexto,
Electro Optic Systems, una empresa australiana, desarrolló un sistema de
seguimiento con láser para detectar los residuos y evitar que la basura
espacial choque con los satélites que orbitan la Tierra o con las naves que
se envían al espacio.
La
basura espacial puede llegar a ser un problema serio muy pronto, por lo que se
han hecho intentos de “limpiar” el
espacio, pero hasta ahora con poco éxito, por falta de
posibilidades tecnológicas y, sobre todo, porque no es viable desde el punto de
vista económico.
La National
Aeronautics and Space Administration (NASA), la Agencia
Espacial Europea (ESA),
el Centro Nacional de Estudios Espaciales de Francia (CNES) la Agencia India
de Investigación Espacial, entre otros organismos aúnan esfuerzos
para resolver esta situación. Todos coinciden en que lo primero es detectar
la basura con la
ayuda de radares, después se deberían enviar transbordadores a recoger esos
desperdicios, ”una especie de camión de
basura cósmico“, pero el costo de cada lanzamiento puede
superar el medio millón de euros, por lo cual tener este servicio para capturar
esos objetos inútiles genera el rechazo por parte de muchos gobiernos.
Curiosamente la actividad cósmica tiene su propio sistema de limpieza sin
intervención humana, ya que la densidad de la atmósfera varía siguiendo ciclos
de unos 11 años, ciclos que corresponden a los picos de la actividad solar, así
la atmósfera aumenta de volumen, y los objetos entran en rozamiento con ella,
parte de ellos cae a la Tierra
y otra parte se disuelve en las capas altas. Este sistema de autolimpieza no es
suficiente pero imitándolo también se analizan varias medidas para atraer la basura espacial
hacia la atmósfera terrestre.
Extraños
objetos en órbita
Un guante perdido por el
astronauta Edward White, en 1965, durante una caminata espacial, se
convirtió durante el mes que estuvo en órbita en “la prenda de vestir más
peligrosa de la historia“, pues viajaba a una velocidad de 28
mil kilómetros por hora.
Las cenizas del creador de Star Trek: En 1992, los astronautas
del trasbordador Columbia lanzaron al espacio una cápsula con las cenizas del
creador de Star Trek, Gene Roddenberrye. Estuvo en órbita durante algún
tiempo, dando vueltas a la
Tierra hasta que se desintegró en su reentrada a la
atmósfera. Actualmente, algunas empresas ofrecen la posibilidad de lanzar tus
cenizas al espacio por un módico precio.
70.000 gotas
radiactivas procedentes del combustible
nuclear las misiones espaciales soviéticas, sigue dando vueltas a la Tierra.
Fuente:
El blog verde