En
Pezcalandia te contamos que, para concretar una jornada exitosa de pesca de
pejerreyes, los deportistas están obliga dos
a visitar este escenario. Las percas también se están convirtiendo una muy
buena alternativa. Algunos consejos claves.
Después
de recorrer los distintos sitios pesqueros de la provincia, La Angostura es, hoy por
hoy, el único lugar que asegura una jornada exitosa. Ya sea embarcado o desde
la orilla, los pejerreyes y las percas aportan mucha acción.
"Lo mejor de todo es que esto recién comienza. Me
imagino que no falta mucho para que aparezcan los 'matungos'. Pero lo más
importante es que se transformó en el único lugar donde se puede pescar
pejerreyes", explicó Carlos
Ortiz, que le contó a LG
Deportiva la experiencia que cosechó en ese paradisíaco escenario.
El pique de las "flechas de plata" es
pobrísimo en otros escenarios. En El Cadillal sólo se pudo recoger una buena
noticia. Personal de Flora y Fauna y de la Policía Ecológica
dieron un importante golpe a los pescadores furtivos al secuestrar un trasmallo
de más de 100 metros de largo. Si bien es cierto que este fue un gran paso, aún
queda mucho para acabar con los desaprensivos que hacen todo lo posible para
destruir el trabajo de recuperación de especies que se desarrolló durante años.
Los que pescan embarcados deben saber que los
pejerreyes más chicos pican entre los dos y dos metros y medio de profundidad.
Las piezas de mayor tamaño se capturaron a partir de los seis metros. Los
mejores resultados se consiguieron utilizando balancines con boya anclada o
trabajando. Tirar a fondo no suele ser tan efectivo, pero se consiguen ejemplares
de muy buen porte.
En la orilla el panorama es diferente. Hay que
probar más de una variante para determinar cuál es la más efectiva. Por
ejemplo, si decide probar suerte en la desembocadura del río El Mollar, se
recomienda pescar a fondo, pero si se inclina por la zona del aljibe o el
murallón, es preferible probar con boya. No hay mayores secretos a la hora de
elegir la carnada. Los filetes de mojarra resultan ser, por ahora, los más
recomendables, sin importar que esténsaboreados o coloreados. Tampoco se puede descartar el uso de lombrices o
gambusias.
Hay otro dato para tener en cuenta. Ante la falta
de control, son cada vez más los pescadores que extraen centenares de ejemplares,
violando la norma que establece que se pueden capturar 20 piezas por persona y
por jornada. Si no se cuida este tesoro, no faltará mucho para que sólo se
escuchen lamentos.
Fuente: lagaceta.com.ar