Unas
líneas en el face fueron suficientes para que se desatara el debate. ¿El tema?
Los concursos de pesca de pejerreyes. La discusión: cómo hacer para que este
tipo de competencia genere el menor daño posible a la fauna del lugar.
Las
respuestas no tardaron en llegar. Descartaron de plano que sean concursos con
devolución -como ocurre en todos los certámenes que se organizan en el país-
porque son pocos los peces de la especie que sobreviven después de haber sido
capturados.
Después de esta salvedad, hubo varias opiniones.
Los fundamentalistas, que están en todos lados, pidieron a gritos que no se
organicen más. Los concurseros –como se los conoce a los que participan de los
encuentros- sostienen que con una caña no se causa tanto daño como cuando se
utilizan redes o tramayos. "Pagamos un permiso especial para poder
organizarlos", aseguró Roque Catania, especialista en la materia.
La polémica se extendió en la versión radial de
Vamos de Pesca –programa que se emite por FM Metropolitana-. Allí, Carlos
Nieva, ganador del certamen que se desarrolló en La Angostura , pidió a los
organizadores que ordenen el uso de anzuelos de mayor tamaño para evitar
capturar los “peje” más pequeños.
Fernando Saba, otro que sabe de competencias, pidió
directamente un aporte a todos los socios de los cuatro clubes de pesca un
aporte mínimo para comprar alevines y sembrarlos en los sitios pesqueros donde
se desarrollen las competencias.
Otros pidieron que solo se premie a las piezas
mayores únicamente. Esa idea va en contra de la nueva tendencia de que se debe
proteger a los ejemplares adultos porque son grandes reproductores. No faltó el
que sugiriera que los certámenes se realizaran por tiempo. Es decir que ganara
la persona o el equipo que capturara primero el número de piezas, que en el
caso del pejerrey es de 20 por pescador.
Obviamente, ante tantas opiniones, no hubo un
acuerdo. Pero lo más importante es que se dio un primer paso. Aceptar que este
es un tema que se debe debatir es un gran avance.
Para programar:
El Frontal: con el incremento de la temperatura se
notó un pequeño repunte en el pique de bogas y tarariras, especialmente. Se los
pescó a fondo usando trozos de sábalo y corazón.
El Dulce: sigue siendo muy bajo el nivel en los
distintos sectores del río. Varios pescadores reconocieron que las tarariras
siguen aportando mucha acción. Bagres inmensos hacen de las suyas durante la
noche. No hay que dejar de llevar sanguijuelas y anguilas como cebo. ¿Dorados?
Muy pocos.
El Cadillal: se viene otro fin de semana a pura acción.
Embarcados se están capturando buenas piezas. Carnada: filete de mojarras.
Fuente
La Gaceta