En Pezcalandia te contamos que el Curso de Iniciación
a la Montaña está destinado a quienes quieran empezar a practicar el montañismo
como una actividad autoguiada y autónoma.
El curso está destinado a todos aquellos que quieran
comenzar a practicar este deporte que es también un modo de vida, e integrarse
a un grupo para desarrollar la actividad de manera autónoma.
En su edición 2016,
el CIM se inicia el 2 de marzo (ya se está incribiendo a los interesados) y
está a cargo de Andrés Suárez y de Ulises Kusnezov.
Dura tres meses, consta de nueve clases teóricas -más una de consulta y un
examen final- y cinco salidas a la montaña, de las cuales tres incluyen
acampada. Cuesta 1.200 pesos y se dicta los miércoles a la noche, de 21 a
22.30, en la sede de la Asociación Argentina de Montaña (AAM), en Heller 158,
Yerba Buena.
Requisitos
Para empezar, lo
único que hace falta es tener ganas, un par de zapatillas, ropa cómoda y una
mochila pequeña donde llevar agua y comida para el día, asegura Andrés
Suárez, guía acreditado por la Asociación Argentina de Guías de Montaña.
Una gorra y protector solar son también fundamentales en el equipo básico del
montañista.
Las salidas del CIM
están previstas a montañas cercanas, en área de yungas y de bosque montano, y a
cumbres en los Valles Calchaquíes, donde las condiciones de altura y clima son
muy diferentes.
Se busca, explica
Suárez, enfrentar el desafío en distintas zonas de la geografía tucumana,
adquirir conocimientos que permitan seguir haciendo montañismo en forma
autónoma y aplicar lo que se aprendió en las clases teóricas.
"No somos una
agencia de turismo, sino un club de gente que ama salir a la montaña. Por eso
-dice-, decidimos dictar un curso formativo. El primer año fue la respuesta a
una necesidad de nuestros propios socios, pero nos dimos cuenta de que había un
interés más extendido cuando abrimos la incripción y nos encontramos con que
teníamos más de 100 inscriptos. Este año tuvimos menos incriptos pero más
personas terminaron el curso, y vimos una mejor evolución de los
asistentes".
"Fue una
experiencia enriquecedora, adquirí conocimientos, conocí lugares bellos, hice
nuevos amigos y puse a prueba mis propios límites físicos y psicológicos",
cuenta Natalia Chalabe, una de las asistentes al curso en 2015. "Había
hecho otras cumbres, pero siempre guiada. Ahora me diento un poco más preparada
como para salir por mi cuenta. Además, fue un desafío acampar, caminar con un
enorme mochilón, cocinar en la montaña... También fue una linda experiencia ver
la evolución de algunos compañeros", añade.
El 5 de marzo se
realizará la primera salida, en la zona de Raco, hasta la cumbre conocida como
Cruz de Yampa. El 19 de marzo, al Taficillo, la cumbre más alta de las Sierras
de San Javier. El 2 de abril, el destino será La Ciénaga, en los Valles
Calchaquíes. Se acampa junto a la escuela del lugar y se regresa al día
siguiente. El 16 de abril se parte hacia el cerro Cabra Horco, con acampada en
Lagunita, para hacer cumbre a la mañana temprano y volver el 17, a tiempo para
la merienda (o la cena, de acuerdo a la velocidad del paso).
La salida más larga
es también la más desafiante, en cuanto a la altura y el esfuerzo. Del 29 de
abril al 1 de mayo, el grupo partirá hacia el cerro Muñoz, o El Negrito,
dependiendo de las condiciones climáticas en la época. Se hace noche en carpa,
a 3000 metros de altura, en el Infiernillo; y luego en la zona conocida como
"La Vega" o "Casa de Piedra", a 4.100. Al amanecer del
tercer día, se parte hacia la cumbre. El descenso se hace después del mediodía,
para terminar -usualmente- con una merienda en Tafí del Valle.
Importancia de
la ropa
En cada una de las
salidas se aplican los conocimientos que se debaten en las clases teóricas, que
incluyen asesoramiento sobre equipamiento y vestimenta adecuada para la
montaña, geolocalización, cómo armar la mochila, alimentación durante la
marcha, cómo actuar en caso de accidentes, técnicas básicas de rescate,
técnicas para caminar con peso a la espalda sin agotarse.
"Insistimos
mucho en la indumentaria. Buscamos que tengan criterio propio para adquirir
equipo nuevo o usado, o para salir con lo que ya tienen", explica el
instructor.
La elección de la
época del año también es importante. "Decidimos empezar temprano para
aprovechar que el tiempo invernal en Tucumán es agradable, con menos lluvias y
más fresco -añade-. Además, de esa manera, quienes terminan el curso, no cortan
la actividad o las salidas por las vacaciones o las Fiestas".
La recomendación
para los que se preparan para hacer el curso es empezar a entrenar de a poco,
con un plan que incluya salidas en las que se alternen trotes y caminatas
durante 20 minutos, tres veces a la semana. A medida que se sientan más
cómodos, se puede ir avanzando, completando el entrenamiento con algo de musculación.
"Si uno
entrena, lo pasa mejor durante la salida, la montaña se disfruta más y es más
seguro para uno y para los compañeros", concluye el guía. Lo más útil para
el entrenamiento del montañista, sin embargo, sigue siendo la montaña. Tucumán
tiene sendas de montaña de muy fácil acceso, en Horco Molle, como Puerta del
Cielo, con descenso por Cuesta Vieja, o el cerro Pelado, en Tafí del Valle.
Fuente La Gaceta