Un consejo de
Pezcalandia y la FAM que a partir de los 50 años deben hacerse pruebas de
esfuerzo, y no subir desniveles de más de 1.000 metros con 70.
Los montañeros se hacen mayores, pero algunos ni con 70 años renuncian a
ascender un tresmil. Así lo indican las estadísticas de
rescates de este verano.
Desde el 1 de
junio hasta el 31 de agosto, la Guardia Civil atendió a 25 personas de más de 60 años, de un total de 150 salvamentos,
un 16%, prácticamente el mismo porcentaje de los que están por debajo de los
30. Y solo hubo dos menores de edad, de 15 y 16 años.
Pero la veteranía
de quienes practican actividades al aire libre en el Pirineo se evidencia sobre
todo en los accidentes mortales. La edad media de las 12
víctimas rescatadas por el Greim se ha disparado a los 57 años, muy
por encima de veranos anteriores.
En 2016, el
promedio fue de 37 años, en 2017 subió a 49 y en 2018 se quedó en 45.Los fallecidos de más edad en esas campañas tenían
60, 66 y 63 años, respectivamente, mientras que en este 2019 han muerto un
montañero de 71 años y dos de 75. La víctima más joven tenía 25 y ocho
superaban los 50. Algunos estaban en alta montaña, por encima de 2.500 m.
La experiencia es
un grado, pero el presidente de la Federación Aragonesa de Montañismo (FAM),
Luis Masgrau, aconseja que con la edad se baje el nivel,
"porque estás más expuesto a un tropezón o una pérdida de equilibrio",
lo que en terreno abrupto puede suponer una caída al vacío mortal, como ha
ocurrido en muchos de los sucesos más graves de este verano.
"Menos
agilidad y reflejos"
"Cuando el
montañero se hace mayor sigue queriendo salir, pero no se conforma con pequeñas
rutas senderistas, intenta hacer tresmiles. El problema es que a los
70 años no se tiene el mismo equilibrio ni el sistema neurológico es el de los
40. Se está menos ágil y con menos reflejos, más expuesto a un
tropezón, por muy entrenado que uno vaya o muy experto que se sea", señala
Masgrau, que además es médico.
El presidente de la FAM admite que el
montañismo es un deporte al que resulta difícil renunciar cuando se ha
practicado toda la vida. Insiste en su recomendación de renunciar a
las grandes cimas y conformarse con la media montaña, "o
en todo caso buscar tresmiles sencillos, con pocas crestas y evitando glaciares
y neveros". De 70 para arriba, añade, no
deberían acometerse desniveles de más de 800 o 1.000 metros. Y,
además, a partir de los 50 años, realizarse pruebas de esfuerzo si se hacen
rutas de 8 o 10 horas de duración. "Vale la pena gastarse 90 o 100
euros". Masgrau cree que llegará el momento en que en España, como en
Francia, para cualquier carrera se pida una acreditación médica.
Un estudio publicado en 2017 por un equipo de
tres médicos del 061 de Aragón ya advertía "del aumento progresivo de la
edad de los rescatados" y destacaba el incremento de problemas cardíacos. Tres de los 12 montañeros muertos este verano, de 55, 65 y
71 años, sufrieron un infarto.
El estudio de Eva Sierra, Sara Batista y
Salas Abella repasó más de 2.000 rescatados entre julio de 2010 y diciembre de
2016, concluyendo que la incidencia de las
patologías médicas no traumáticas pasó del 3,9% al 12,3%. Cada
vez había más problemas de base como la diabetes o la hipertensión. El paciente
tipo era un varón de entre 50 y 59 años que se accidentaba por encima de los
2.000 m.
Fuente Heraldo Noticias