A las bacterias les gusta el calorcito y lo demuestran
multiplicándose a mayor velocidad por encima de 30ºC. Por esta razón, en verano
los alimentos se deterioran rápidamente y aumentan las intoxicaciones, como la
producida por Salmonella, una habitual en temporada estival.
Salmonelosis, una intoxicación frecuente
La salmonelosis está producida por bacterias del género
Salmonella, la más habitual es Salmonella enteritidis. Estas bacterias viven en
el intestino del hombre y los animales, a menudo sin dar síntomas, pero en
algunos casos sí causan una intoxicación, la temida salmonelosis.
Generalmente la enfermedad se produce por consumo de
alimentos contaminados, siendo los más habituales los productos a base de huevo
crudo, carnes frescas, sobre todo de aves, verduras regadas con aguas
residuales, mariscos de aguas contaminadas y no depurados.
También puede trasmitirse de persona a persona (por vía
fecal-oral). Unas prácticas higiénicas inadecuadas pueden dar lugar a la
trasmisión de la bacteria de la persona al alimento o de forma directa de
persona a persona.
Periodo de incubación. Normalmente los síntomas se
manifiestan entre 12 y 36 horas después de haber ingerido el alimento
contaminado, aunque en algunos casos pueden darse en 3 horas o tardar 5 días.
Síntomas: Dolor
abdominal, diarrea, vómitos, fiebre, malestar general y dolor de cabeza, que
duran entre 2 y 7 días. niños y ancianos, sobre todo si tienen otras
enfermedades puede llegar a ser mortal, sobre todo por la deshidratación o
complicaciones.
En condiciones favorables, a temperatura ambiente, las
bacterias crecen rápidamente, proliferan y llegan a alcanzar la dosis efectiva,
suficiente para producir la enfermedad. Por esta razón, es importante conservar
el alimento en refrigeración y en cocinarlo adecuadamente antes de consumirlos.
¿Es peligroso comer huevo en verano?
El huevo es, como hemos visto, uno de los alimentos más
susceptibles de ser contaminados por Salmonella. Y en verano, el riesgo es aún
mayor, pues aumentan las situaciones que favorecen su crecimiento : ensaladilla
con mayonesa elaborada con huevo crudo, tortillas en la playa o camping donde
permanecen a temperatura varias horas, por ejemplo.
Un decálogo de uso seguro del huevo
Para poder seguir disfrutando de este nutritivo alimento sin
poner en riesgo nuestra salud, el Instituto del Huevo ha publicado una lista
con 10 consejos básicos para prevenir la salmonelosis, porque los huevos sí son
para el verano... pero hay que hacerlos bien.
Compra huevos con la cáscara intacta y limpia, de granjas
autorizadas (comprueba el código impreso en la cáscara).
Respeta la fecha de consumo preferente impresa en el envase
(no es obligatoria en la cáscara del huevo).
Guarda los huevos en el frigorífico y no los laves antes de
colocarlos en la nevera. Puedes lavarlos con agua justo antes de consumirlos.
No casques el huevo en el borde del recipiente donde lo
vayas a batir, para evitar que caigan trozos de cáscara en el interior.
No separes las claras de las yemas con la propia cáscara.
Cuaja bien las tortillas y mantenlas en refrigeración hasta
su consumo, si no es inmediato.
Prepara la mayonesa con la máxima higiene, y con un chorrito
de vinagre o limón, y consérvala en el frigorífico hasta su consumo.
No dejes nunca los huevos ni los alimentos preparados con
huevo a temperatura ambiente.
Conserva siempre en el frigorífico pasteles, natillas,
salsas, etc. y consúmelos en las 24 horas siguientes a su elaboración.
Evita la contaminación cruzada: no pongas en contacto
alimentos crudos, o poco cocinados, con alimentos listos para comer.
Extrema las precauciones
Y los más importante, recuerda que como manipuladores de
alimentos (todos lo somos en mayor o menor medida) tenemos parte de
responsabilidad en la seguridad de los alimentos que consumimos. La
enfermedades alimentarias son evitables en la mayor parte de los casos, pero
para ello los todos los operadores de la cadena alimentaria debemos seguir
prácticas de higiene adecuadas.
Pezcalandia
Prensa & Difusión
Fuente: zamora24horas