Entre noviembre y abril se extiende la temporada de pesca en San Martín de los Andes, y en algunas áreas se puede pescar durante todo el año bajo la modalidad de captura y devolución.
Durante años, la tranquilidad de sus lagos y ríos, la soledad de sus parajes y la posibilidad de ser el único en un entorno de imponente belleza atrajo a pescadores de las más alejadas regiones del país y del mundo a practicar este arte casi tan antiguo como el ser humano.
La modalidad que se destaca para la pesca en ríos y lagos patagónicos es la pesca con mosca, ya que las aguas de esta región son ricas en salmónidos, especialmente las truchas.Las especies autóctonas son el pejerrey patagónico, la perca -llamada trucha criolla- y el puyen.
Las especies exóticas –aunque ya muy adaptadas- son cuatro: la trucha arcoíris, la trucha plateada, la trucha marrón y la trucha Fontinalis –también conocida como trucha salmonada o de arrollo-. Todas son muy abundantes en la zona.La pesca en la Patagonia está reglamentada. Para practicar esta actividad es necesario obtener un permiso de pesca diario o de temporada en las delegaciones de Guardafaunas. Sus costos son accesibles y junto con el permiso se entrega información de los lugares habilitados para la pesca.
En algunas zonas la única modalidad permitida es la de devolución obligatoria. Atenerse al reglamento de pesca del lugar garantiza la conservación de las especies y la posibilidad de que esta actividad se sostenga en el tiempo sin dañar el ecosistema.
Fuente Guillermo Hermosilla
